Los Mossos viven una primera noche plácida en el Baix Llobregat
1.123 agentes patrullan desde hoy por 73 municipios del sur de Barcelona
Mientras miles de ciudadanos disfrutaban plácidamente de la castanyada, en la noche del miércoles al jueves, el primer turno de los 1.123 mossos d'esquadra que ya patrullan las calles del Baix Llobregat, el Garraf y el Alt y el Baix Penedès, debutó en su nueva jurisdicción. Nuevos uniformes, nuevos coches, nuevas instalaciones y nuevas caras para una población que, a partir de ahora, deberá acostumbrarse a marcar el 088 en lugar del 091.
Con este despligue, los Mossos prestan servicio al 91% de la población. "Es un día histórico porque ya no hacemos la cuenta atrás en años, sino en meses", declaró el secretario de seguridad pública de Interior, Joan Delort, en la reunión informativa que se celebró a las 23.30 en la sala de reuniones de la nueva comisaría de Sant Boi.
En noviembre de 2008, los Mossos llegarán a la provincia de Tarragona y se dará por concluido el despliegue. Delort habló a los policías flanqueado por el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, y el jefe de la comisaría, Miquel Hueso. Tras ellos, una sola bandera, la senyera. Delante, los diez mossos, nueve hombres y una mujer, que iban a realizar el primer turno en Sant Boi y Santa Coloma de Cervelló.
Pasan 20 minutos de la madrugada cuando salen del aparcamiento cuatro coches policiales y un vehículo todoterreno. "Esperamos una noche tranquila", comenta Sergio, de 29 años y siete de experiencia en el cuerpo. Conduce despacio, reconociendo el terreno. "Sí, esta zona es tranquila, no tendremos trabajo", confirma José Manuel, de 27 años y que inicia su cuarto año.
Sant Boi registra la mitad de actividad delictiva que la media. A los cinco minutos de patrullaje, la unidad Riba 720 atiende su primer servicio. Un individuo con pinta de haber bebido en exceso pregunta por una parada de taxi. No queda satisfecho con la indicación ni con el número de teléfono que le facilitan, y se excusa diciendo que no tiene saldo en el móvil. Parece difícil que sí tenga para el taxi. Se aleja contrariado, tras comprobar que entre las competencias de los Mossos no entra el transporte gratuito de personas.
Tras lentos minutos con el coche al ralentí entre las miradas extrañadas de los peatones, Sergio y José Manuel reciben su primer aviso por radio: "Atención Riba 720. En Eusebi Güell una persona ha quedado atrapada con su coche entre otros dos vehículos". José Manuel prescinde del GPS y saca el mapa. Sergio aplica los primeros acelerones al Seat Altea. Nada grave, sin embargo, en el lugar de los hechos. Un novato ha cruzado su coche en medio de la vía, emparedado entre dos autos aparcados. Poco trabajo más allá de avisar a la grúa. Ni siquiera es necesario calmar los ánimos, bastante templados por tres vecinas en bata que consuelan al joven conductor. Al poco rato la Policía Local, responsable del tráfico, releva a los Mossos. Un humilde ejemplo de la colaboración demandada por la Administración.
Sergio y José Manuel continúan con la ronda. Aún quedaban por delante 11 horas de servicio repartidas en dos turnos, que se saldaron, en las cuatro comarcas del sur de Barcelona, con un cómodo resultado de cinco detenciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.