La oposición de Hernani impone la condena de los últimos incidentes

Los seis partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Hernani, gobernado en minoría por ANV, acordaron ayer en una reunión de la Junta de Portavoces la condena enérgica del consistorio a la vuelta de la violencia a las calles y "el castigo que esto supone para los hernaniarras".

Los portavoces municipales del PSE-EE, EA, PNV, EB-Aralar y PP, que suman en total nueve concejales frente a los ocho de la formación de la izquierda abertzale, habían acordado celebrar ayer la Junta de Portavoces en lugar de acudir al pleno extraordinario que convocó el pasado lunes la alcaldesa, Marian Beitalarrangoitia. En esta sesión, ANV aprobó en solitario una moción que no condenaba los actos violencia y denunciaba la actuación de la Ertzaintza contra una manifestación de apoyo a etarras fallecidos.

El acuerdo unánime de la oposición incluye en su preámbulo la denuncia del rebrote en las últimas semanas de la violencia callejera, "que perturba gravemente la convivencia entre los ciudadanos de bien".

Además de la condena de estos hechos, los partidos de la oposición muestran su compromiso de "trasladar a la ciudadanía" su "total implicación y esfuerzo por conseguir la paz y la convivencia a través del diálogo", así como de trabajar en los foros que han creado, "en los que todas las ideas tienen cabida y la palabra es el instrumento para la búsqueda de la paz".

José Ramón Chica, portavoz del PSE, principal partido de la oposición, confirmó que la alcaldesa no asistió a la reunión de ayer, aunque le remitirán el texto que será publicado por decisión de la Junta: "No depende de que le guste o no a la regidora".