Gallardón presume en Barcelona de sus obras ferroviarias
El PP catalán invita al alcalde de Madrid para recordar que ha constru ido 100 kilómetros de metro
Nada mejor para hacer campaña estos días en Barcelona que poder presumir de una buena hoja de servicios en lo que a obras ferroviarias se refiere. A ello se dedicó ayer Alberto Ruiz-Gallardón. El Partido Popular de Cataluña invitó el alcalde de Madrid para contar que en la capital de España se han construido 100 kilómetros de líneas de metro o metro ligero en cinco años frente a los apenas 30 kilómetros de Barcelona.
El alcalde estuvo diplomático y rechazó analizar la actual crisis ferroviaria que se vive en Barcelona. "Para opinar sobre las cosas hay que estar directamente encima de las mismas", dijo Ruiz-Gallardón. Pero a renglón seguido recordó la cifra mágica: "Yo puedo responder sobre los que conozco, sobre los más de 100 kilómetros de metro que hicimos en Madrid o los más de 40 kilómetros de túneles que hemos construido".
Admitió que, como en Barcelona, él también ha tenido "problemas" con las obras públicas. Pero presumió de su forma de gestionar los conflictos: "Cuando un ciudadano me decía que tenía un problema, yo no le hacía un discurso, lo que hacía era ir allí e intentar resolverlo; creo que esa es la obligación de cualquier político". Era, sin duda, una crítica velada hacia el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el pasado domingo hizo una visita relámpago a L'Hospitalet de Llobregat para responsabilizarse de los problemas. "Lo importante en estos momentos es dar soluciones", dijo Ruiz-Gallardón.
Más allá de jactarse de su obra de gobierno, el alcalde se regaló un baño de masas. Cumplió el ritual de cualquier político catalán que se precie y visitó, rodeado de periodistas, cámaras y flashes, el mercado de la Boqueria, en plena Rambla barcelonesa. Repartió besos y arrumacos. La escena se repitió por la tarde en Girona, donde Ruiz-Gallardón visitó la feria de Sant Narcís. El alcalde de Madrid evitó evaluar la delicada situación del PP de Girona, cuya cúpula fue destituida en bloque la semana pasada. Se limitó a prestar su "apoyo" a la actual dirección del PP catalán y a la nueva gestora de Girona. Precisamente, la presidenta de esta gestora, Alicia Sánchez Camacho, acompañó a Ruiz-Gallardón durante su recorrido por Girona.
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