Ex altos cargos afirman que la Cidade da Cultura siempre tuvo contenidos
El auditor de la fundación admite ser socio de un ex secretario de Pérez Varela
La gestión de la Xunta de Manuel Fraga al frente de la Cidade de Cultura recibió ayer las primeras opiniones favorables por parte de los comparecientes citados en la comisión de investigación creada en el Parlamento. Fueron dos ex altos cargos de la Consellería de Cultura, citados en calidad de miembros de la ponencia que asesoró los contenidos de los edificios diseñados originalmente para albergar la hemeroteca y la biblioteca, los encargados de defender que el proyecto siempre tuvo contenidos y nunca se mantuvo en la indefinición. Al menos hasta la llegada de socialistas y nacionalistas al Gobierno, advirtieron.
López-Chaves llenó la mesa de papeles como prueba del trabajo del PP
La primera en hablar fue la ex directora general de Promoción Cultural, Carmen García Campelo. En su intervención, vinculó la biblioteca de la Cidade da Cultura con un proyecto de la consellería para convertirla en el edificio contenedor del Centro Superior Bibliográfico de Galicia (CSBG), creado como embrión de una "biblioteca nacional". "Es una antigua demanda del galleguismo histórico", aseguró.
Campelo defendió los criterios seguidos por la ponencia que asesoró los contenidos de la biblioteca y la hemeroteca subrayando la calidad del currículum profesional de sus miembros y explicando que los criterios seguidos para adquirir fondo seguían no sólo la legislación gallega sino reglas "internacionalmente aceptadas".
La ex directora general no desaprovechó la ocasión de criticar que el cambio de Gobierno haya supuesto la paralización de la biblioteca y que los fondos del CSBG sigan sin poder ser consultados por falta de un espacio adecuado. La conversión del edificio de la biblioteca en archivo no sólo no es aconsejable, subrayó, sino que resulta "irrealizable" desde el punto de vista arquitectónico. A menos que el objetivo sea convertirla en el Archivo del Reino de Galicia, lo que supondría el traslado de esta dependencia de A Coruña a Santiago, advirtió. "¿Cómo pueden atreverse a criticar el trabajo de la ponencia?", preguntó la ex directora general a socialistas y nacionalistas a la vista de que "no ha habido una sola reunión" desde la llegada del bipartito.
Menos contundente, pero igualmente en apoyo de la gestión del Gobierno del PP, fue la aportación a la comisión de José Ignacio Otero López, ex director general de Comunicación Audiovisual. "Cuando conocí el proyecto estaba bastante definido", tanto en lo que se refiere al teatro de la ópera como al centro de nuevas tecnologías y los demás edificios. Lo que no significa que no pudiese haber cambios, porque era un proyecto "vivo". La hemeroteca, precisó, debía inaugurarse a mediados de 2005 y la biblioteca a finales del mismo año.
Ni Campelo ni Otero observaron nada irregular en las adjudicaciones de contratos a empresas vinculadas a miembros de la ponencia o a la Cidade da Cultura señaladas por el portavoz del BNG, Xosé Ramón Paz Antón. El ex director de Comunicación Audiovisual defendió incluso la recomendación de la ponencia de construir un estacionamiento subterráneo en la biblioteca, uno de los aspectos criticados por el Consello de Contas.
La representante socialista, Concepción Burgo, criticó el interés de la Xunta en convertir la biblioteca en una instalación lo más grande posible.
Y el portavoz del PP, Ignacio López-Chaves (que abarrotó la mesa de la comisión de fotocopias para demostrar que el Gobierno anterior sí habías definido los contenidos del proyecto), agradeció la intervención de los ex altos cargos y, una vez más, aprovechó para poner en duda la gestión del Gobierno actual. En ese sentido, López-Chaves calificó de "chanchullada" el contrato concedido en 2006 a una empresa en la que había trabajado uno de los miembros de la mesa de adjudicación.
El último en intervenir ayer en la comisión de investigación fue Francisco Loimil Garrido, socio de Auditores Asociados de Galicia (AAG), la empresa que supervisó y avaló las cuentas de la Cidade da Cultura entre 2000 y 2005. Loimil es ahora socio de varios ex altos cargos de la Consellería de Cultura que dirigía Jesús Pérez Varela en otra empresa de servicios técnicos de ingeniería y urbanismo en la que también figura el ex director general de la CRTVG, Francisco Campos. Y AAG recibió del Xacobeo en 2004 4,2 millones de euros por una consultoría para captar patrocinios que costaba 50.000 euros.
Sobre este asunto, Loimil pidió al portavoz del BNG que se le permitiera "una licencia". "Aquí todos nos conocemos o tenemos amigos comunes", explicó. "Tengo amigos que tuvieron responsabilidades y otros que probablemente las tengan en el futuro". "Lo que puedo ratificarle es que nunca fui ni soy socio de ningún alto cargo en ejercicio". Aunque sí es socio, precisó, "de un ex secretario general" en "una sociedad común que se constituyó en diciembre de 2005". El alto cargo en cuestión, concluyó, dejó el puesto en 1997.
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