El PSOE revoluciona la judicatura

Pescar las mejores truchas. Pero en lugar de peces, los alumnos más aplicados de Derecho. Y en vez de acudir al río, tirar la caña en la universidad. Con ese símil explicó ayer el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, la intención del Gobierno de reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial, si el PSOE gana las elecciones, para que puedan acceder a la judicatura los mejores alumnos de Derecho tras superar un curso de formación de cuatro o cinco años.

La propuesta sería compatible con el actual sistema de oposición, que consiste en una prueba memorística sobre un temario muy amplio. El periodo medio de preparación de esa oposición es de cinco años y medio. Superada la oposición, el futuro juez pasa un año y medio de formación en la Escuela Judicial, con sede en Barcelona, y después ya puede vestir la toga.

El ministro apela al "alarmante" descenso de la cifra de opositores

El origen de la reforma, explicó el ministro, hay que buscarlo en el "alarmante" descenso de opositores a juez y fiscal ocurrido en los últimos años. En la convocatoria de 2000 hubo más de 6.000 aspirantes y el año pasado se presentaron menos de 4.000. Junto a ese argumento, el Gobierno pretende que la nueva puerta de entrada a la judicatura sirva también para ir implantando un nuevo modelo de juez. "Que sean, además de técnicos en Derecho, personas impregnadas de vida, en lo público y en lo privado. Respetuosos con la sociedad y con los valores democráticos", dijo Bermejo.

El ministro realizó este anuncio en Barcelona, a donde acudió para inaugurar la III Conferencia Internacional de Formación y Capacitación Judicial en el que participan representantes de 60 países.

¿No le preocupa los recelos que pueda provocar la medida en algunos sectores de la judicatura?, se le preguntó al ministro. "Yo no busco la complicidad de los jueces. No me preocupa lo que digan esos sectores. Que refexionen con las cifras que tenemos y digan si hay que bajar el listón de las oposiciones y cómo se justifica eso", respondió.

Bermejo explicó que el actual sistema de oposición "es duro y ha servido para garantizar los méritos y la capacidad" de los jueces, pero matizó que la progresiva reducción de aspirantes "amenaza con la disminución del nivel científico" e impide acceder a la carrera a personas "con capacidad acreditada".

Según Bermejo, la propuesta no es ninguna "revolución" y recordó que actualmente se puede ser magistrado del Tribunal Supremo sin haber pertenecido a la carrera judicial y accediendo por los turnos reservados para juristas de reconocido prestigio. Son los llamados tercer y cuarto turno, que restringió el Partido Popular cuando gobernó y que el PSOE tampoco fomentó siendo ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar.

La universidad es el mejor caladero para reclutar a esos futuros jueces, en opinión del ministro de Justicia. "La clave es pescar allí donde están pescando los grandes despachos de abogados. No veo por qué nos tenemos que dejar pisar. Hay que hacer una buena oferta y luego tiene que haber tiempos de formación muy buenos", explicó.

Esa formación pasa, según el titular de Justicia, porque los futuros jueces conozcan la realidad social sobre la que habrán de impartir justicia. "Que aprendan alguno de los idiomas que no son oficiales en España y conozcan las instituciones comunitarias, que pasen por las urgencias de los hospitales y vean lo que es la vida, que conozcan la fuerza social del trabajo al lado de los empresarios y de los sindicatos", insistió.

Además de los alumnos con mejor expediente, Justicia también estudia aplicar esa idea con los doctores en Derecho de las Universidades. "Son gente que tiene mucho que decir. Por eso queremos a los mejores expedientes universitarios en la carreja judicial, fiscal y de secretario", remachó Bermejo.

El PP descalificó sin matices la propuesta del ministro. "Es un disparate solemne que responde a la tradición socialista de eliminar cualquier sistema objetivo de selección. Ya lo intentó el anterior ministro con su idea de los juzgados de proximidad con jueces elegidos por los alcaldes. Todo esto se traduce en un intento de nombrar jueces a dedo", aseguró a EL PAÍS Ignacio Astarloa, secretario de Justicia del PP. "Demuestra la obsesión de Bermejo por el control del Poder Judicial. Es una ocurrencia suya. Yo no había escuchado esta propuesta en ningún foro. Está obsesionado por modificar el sistema basado en el mérito. Creo que va a ser el ministro del año, ése es el tiempo que va a durar", sentenció Astarloa, informa Carlos E. Cué.