Más de 1.100 'mossos' llegan a las comarcas del sur de Barcelona el 1 de noviembre
La policía catalana asume la seguridad de otras 900.000 personas
Los Mossos d'Esquadra se preparan para el penúltimo asalto de su avance por el territorio catalán, iniciado hace 13 años. El próximo 1 de noviembre, la policía autonómica asumirá las competencias en materia de seguridad en 73 municipios de las comarcas del sur de Barcelona: Baix Llobregat, Garraf, Alt Penedès y Baix Penedès, esta última ya en Tarragona. En este territorio viven alrededor de 900.000 personas. Un total de 1.123 mossos velarán por su seguridad en 12 nuevas comisarías.
Una de las críticas tradicionales que han recibido los Mossos es que sus efectivos no residen en el lugar donde trabajan y, por tanto, desconocen el terreno y a sus vecinos. Tal reproche no se puede aplicar a este nuevo escalón del despliegue: muchos de los agentes son oriundos de estos municipios, según los máximos responsables del cuerpo.
"Es un reto muy importante. Y vamos a abundar en nuestro modelo policial: el de la proximidad", dijo ayer el comisario coordinador de los Mossos, Josep Milan. En la capilla del castillo de Castelldefels, el consejero de Interior, Joan Saura, se reunió con los alcaldes de los municipios implicados y fijó como objetivo la "máxima colaboración" con las policías locales.
Saura resaltó el monto de las inversiones en infraestructuras (70 millones), pero admitió que tres de las dependencias policiales no estarán listas el 1 de noviembre. Son las de Gavà, Sant Feliu de Llobregat y El Vendrell, que sufren retrasos en su ejecución. Eso no impedirá, recalcó el consejero, que los Mossos ofrezcan sus servicios "con las máximas garantías", porque se han habilitado "espacios alternativos".
El principal reto de los Mossos es mantener bajo control una zona de 1.508 kilómetros cuadrados en la que, además, existen numerosas urbanizaciones aisladas, donde la vigilancia policial resulta compleja. Para ello dispondrán de 251 vehículos y del trabajo de unos 100 administrativos. La idea es tejer complicidades con la población para facilitar el relevo del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil.
Más de la mitad de los efectivos se destinarán a las poblaciones del Baix Llobregat; excepto Sant Just Desvern, Cornellà, Esplugues y El Prat, donde los Mossos ya operan desde 2006. El año que viene está previsto que finalice el despliegue, cuando la policía autonómica llegue a todas las comarcas de Tarragona.
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