Bar Refaeli, entre el cine y las olas

Cada vez que Bar Rafaeli regresa a su país natal, Israel, se organiza una tangana. La esbelta modelo abandonaba un bar de Tel Aviv a las dos de la madrugada de ayer en compañía de su nuevo novio, el surfista estadounidense Kelly Slater, de 35 años y ocho veces campeón del mundo

Cada vez que Bar Rafaeli regresa a su país natal, Israel, se organiza una tangana. La esbelta modelo abandonaba un bar de Tel Aviv a las dos de la madrugada de ayer en compañía de su nuevo novio, el surfista estadounidense Kelly Slater, de 35 años y ocho veces campeón del mundo. Creían que en esta ocasión no habría trifulca. Imposible, al parecer, si Rafaeli está por medio. Sólo se percataron de la persecución de los paparazzi a las puertas del hotel en que se alojaban, en la zona residencial de Herzliya. Todo acabó con Slater en comisaría, según informó el diario Maariv, después de que un fotógrafo denunciara al surfista por una supuesta agresión.

Hace unas semanas, cuando Rafaeli aún salía con el actor Leonardo DiCaprio, ya surgieron los problemas durante una visita de la pareja a Jerusalén. Días después, en una entrevista concedida en Israel, Rafaeli aseguraba que no volvería a traer a ningún amigo a su país. "Encuentras unos malos modales que no ves en otra parte", dijo la modelo. Es lo que popularmente se conoce en Israel con el término de chutzpá.

No se corta la chica, porque también añadía que "nunca regresaría a Israel para establecerse definitivamente". Mala publicidad para un país para el que la inmigración es una de sus razones de ser. Si a ello sumamos que eludió el servicio militar de dos años obligatorio para las mujeres -otro asunto tabú- y que no se arrepiente de ello, no es de extrañar que la combativa prensa hebrea se ensañe con la modelo y sus acompañantes.

Maariv titulaba la noticia del altercado 'Navegando hacia la violencia'. Porque el surfista, de origen sirio y ex pareja de Gisele Bundchen, Cameron Diaz o Pamela Anderson, entre otras cosas, había acudido a Tel Aviv a promocionar la reconciliación entre israelíes y palestinos a través del deporte.