Perspectivas del Cid
La figura del Campeador vista por artistas como Goya o Dalí, la espada Tizona, la carta de arras que le unió con Jimena. La catedral de Burgos reúne 280 piezas que hablan del hombre y su época.
Está, sí, la Tizona, esa mítica espada que el Campeador ganara al rey Bucar de Marruecos y de la que el Cantar de Mío Cid afirma "que mill marcos d'oro val". Está un Cristo de las Batallas del siglo XI que si las mesnadas cidianas no llevaron consigo podían perfectamente haberlo hecho. Está el arca donde las monjas clarisas del convento de Nuestra Señora del Espino de Vivar del Cid (Burgos), tierra natal de don Rodrigo Díaz, custodiaron el manuscrito copia del original de Per Abatt, cuyo octavo centenario se conmemora ahora. Hay, incluso, un hueso que se cree del caballero desterrado, cuya tumba, junto a la de Jimena, su esposa, fue saqueada por las invasoras tropas francesas.
Sin embargo, sobre todo, lo que refleja la exposición El Cid. Del hombre a la leyenda (en el claustro bajo de la catedral de Burgos, hasta el 15 de noviembre) son las Españas de la época, donde las lindes entre los territorios musulmanes y cristianos eran cambiantes y, por ello, porosas, y donde la convivencia con la tercera cultura, la judía, era -en ciertos lugares y épocas- un hecho.
Ego Ruderico ("Yo, Rodrigo", como firmaba el Campeador), la sección que abre la muestra, exhibe documentos como la carta de arras de su matrimonio con Jimena, gracias al cual el infanzón ascendió en la escala social. Los visitantes podrán admirar asimismo la donación del Cid a la Iglesia de la recién conquistada Valencia. Enseres del ajuar doméstico, trabajos y oficios, creencias y sus prácticas, las armas, y la guerra, y la muerte de los creyentes son otros de los apartados, enriquecidos con una proyección audiovisual que explica el trabajo de juglares y copistas.
Finalmente se recoge la imagen del Cid desde la Edad Media hasta la Ilustración. Una visión que culmina en el universo cidiano visto por pintores como Goya y Dalí, en los bocetos de Vela Zanetti para la cúpula de la Diputación de Burgos y en un óleo de Marceliano Santa María titulado Figuras de romance, donde la desnudez del guerrero contrasta con la triste mirada de Jimena, que está a punto de verle partir hacia el destierro.
- Hasta el 15 de noviembre, en el claustro bajo de la catedral de Burgos. De lunes a domingo, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.30. Entrada gratuita.
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