El Valedor interviene contra el 'botellón', que vuelve a reunir a 1.500 jóvenes en Santiago
El gobierno de Pontevedra propone trasladar las concentraciones al lado del recinto ferial
La madrugada del pasado vierness, un total de 1.500 personas se reunieron en torno al parque de la Alameda, en Santiago, para celebrar el habitual 'botellón' de cada semana. Ante las colas de más de 100 personas que se contabilizaron en los establecimientos abiertos las 24 horas, el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, reiteró su oposición a que se vendan bebidas alcohólicas en horario nocturno. Ante la sucesión de protestas vecinales, el Valedor do Pobo anunció ayer que ha abierto tres quejas de oficio, dos por los 'botellones' en A Coruña y otra en Santiago.
Sánchez Bugallo sostuvo que el "problema del botellón" sólo se solucionará cuando las administraciones públicas "se impliquen". Los 1.500 jóvenes son una cuarta parte de los que se reunieron el jueves anterior, coincidiendo con la celebración del día del Pilar, por lo que, según el alcalde, esta última concentración de personas en la Alameda era algo "previsto". A las 6 de la mañana, los servicios de limpieza, que el Ayuntamiento ha tenido que reforzar, limpiaban la suciedad y los restos de la fiesta nocturna.
Los establecimientos abiertos 24 horas reunían, según el alcalde, a más de un centenar de personas que guardaban cola para comprar más alcohol. "No le veo utilidad social ninguna a que se vendan bebidas alcohólicas en ese horario", insistió Sánchez Bugallo, quien ya defendió esa idea el pasado miércoles en el encuentro que reunió a seis de los siete alcaldes de las ciudades gallegas para pedir a la Xunta que adopte medidas. Reiteró que el tema se debe abodar "de forma global" y que "nadie puede lavarse las manos".
Por su parte, el Valedor do Pobo, Beningno López, abrió ayer tres quejas de oficio por los problemas que ocasiona el botellón en A Coruña y Santiago. Estos dos ayuntamientos cuentan con un plazo de 15 días para informar al Valedor acerca de cuáles son las iniciativas que contemplan para solucionar el problema.
Espacio alternativo
El BNG explicó ayer su propuesta para resolver el problema del botellón en Pontevedra, que pasaría por trasladarlo del Campillo de Santa María, en pleno centro histórico, al parque de Rosalía de Castro, junto al recinto ferial. El nuevo emplazamiento no cuenta con el favor de gran parte de los colectivos juveniles, a excepción de las juventudes del Bloque, si bien los nacionalistas confían en llegar a un consenso, informa Lara Varela.
Fue el concejal de Seguridade Cidadá, Guillerme Vázquez, el mismo que lleva semanas palpando el sentir de chavales y vecinos sobre este asunto, quien formuló la idea que ahora deberá pasar el filtro de PSOE y PP una vez que cuente con el beneplácito de los residentes. Vázquez asegura que con esta medida, para la que se elaboraría una ordenanza municipal que le otorgue un soporte legal, no se estaría "institucionalizando" el botellón, sólo se ofrece una ubicación alternativa. El Bloque pretende crear un "lugar de reunión" donde los jóvenes encuentren también actividades lúdicas que enriquezcan su ocio. Consideran que otro tipo de debates sería una práctica "inútil".
Mientras, en A Coruña, la pequeña y céntrica plaza del Humor volvió a llenarse el pasado jueves de jóvenes, previamente convocados por anuncios colgados en las facultades del campus coruñés, mientras que la cercana plaza de Azcárraga, en el corazón de la ciudad vieja, congregó a cincuenta personas, tras dos semanas en las que la presencia policial había conseguido erradicar el botellón, informa Paola Obelleiro. Patrullas de agentes nacionales y locales supervisan que no se produzcan excesos, si bien la presencia policial no evita el ruido que generan este tipo de concentraciones masivas de bebedores nocturnos.
En Vigo el gobierno municipal ha programado ya para este fin de semana una sesión disco sin alcohol para jóvenes de entre 14 y 18 años en colaboración con la Sala A.
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