La Bolsa española ignora la crisis financiera con un nuevo máximo

La Bolsa española vive estupendamente sobre el alambre. Con todas las referencias internacionales en contra, los peligros del euro y el petróleo en máximos y las turbulencias financieras por la crisis del crédito al acecho, el mercado bursátil arrancó un nuevo récord histórico: subió lo justo, el 0,5%, hasta los 15.507 puntos e hizo añicos la anterior marca, del pasado 1 de junio. El Ibex acumula una subida superior al 13% en el último mes, y ha capitalizado las subidas de Telefónica, la gran banca -Santander y BBVA-, y el sector energético, que compensan con creces el castigo a la banca mediana y al sector inmobiliario.

"Crece la confusión en los mercados internacionales", asegura Merrill Lynch en un informe elaborado esta semana en Londres. "Los inversores están encarando un nuevo escenario marcado por la desaceleración de los beneficios empresariales", añade David Bowers, un consultor independiente citado por el banco de inversión estadounidense. Malos augurios que coinciden con los de la mayoría de las grandes casas de análisis. Y que todos los mercados internacionales confirmaron ayer con caídas generalizadas en Europa y en Estados Unidos. Con una excepción.

La Bolsa española nadó a contracorriente y cerró la jornada encaramada a un nuevo máximo: 15.507 puntos, con una subida del 0,5%. El Ibex, que agrupa a las mayores empresas españolas, acumula una revalorización del 9,6% en lo que va de año. Y apenas se ha visto afectado hasta ahora por el panorama sombrío que se cierne sobre los mercados: las turbulencias financieras, los problemas derivados de la escalada del euro y el petróleo e incluso la desaceleración de la economía española. "La Bolsa va por libre", resume José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

La retahíla de malas señales no ha impedido al Ibex seguir rompiendo techos, pero tarde o temprano puede tener consecuencias. "El máximo histórico no debe llevar a engaños. El margen de revalorización del mercado español es ya muy reducido y se ha beneficiado de un entorno de tipos de interés favorable, con bajadas en Estados Unidos y estabilidad en Europa. Pero las expectativas de beneficios empresariales no dan ya para mucho más", explica Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales. Varios expertos pronostican estabilidad hasta final de año, de forma que la Bolsa cierre 2007 en torno a los 15.500 puntos.

Telefónica y energía

Más allá de los escenarios macroeconómicos, son las empresas las que tiran de la Bolsa española. Telefónica y el sector energético protagonizaron ayer las subidas. La operadora lleva varias jornadas al alza y se anotó un nuevo 0,5%, con la cotización en el mismo sitio que el Ibex: en máximos históricos. A los habituales de los últimos días -Santander y BBVA- se unieron ayer Repsol, Gas Natural, Iberdrola y Unión Fenosa, con la perspectiva de nuevos movimientos corporativos: Repsol ha comunicado a Merrill Lynch que su participada Gas Natural deja de ser estratégica para la petrolera.

"Con el grifo del crédito cerrado, la liquidez se ha trasladado a la Bolsa. Las turbulencias han afectado a la banca mediana y al ladrillo, pero los resultados han funcionado bien hasta ahora", afirmó Guijarro para explicar las últimas subidas. "Pero los problemas no se han resuelto, especialmente en los mercados financieros. No hay motivos para la tranquilidad", advirtió este analista.