Arrestado por la concentración de guardias el presidente de una asociación militar
El primer sancionado por la concentración que el pasado 20 de enero reunió a miles de guardias civiles de uniforme en la Plaza Mayor de Madrid en defensa del derecho de asociación en el instituto armado no es un agente. Se trata del brigada del Ejército de Tierra Jorge Bravo, quien ayer ingresó en el centro disciplinario militar de Colmenar Viejo (Madrid) para cumplir un mes y diez días de arresto.
Como presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) y vestido de paisano, Bravo subió a la tribuna instalada en la Plaza Mayor para expresar su apoyo a las demandas de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).
Según la resolución notificada ayer al brigada, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Carlos Villar, considera que éste incurrió en una falta grave consistente en "asistir de uniforme o haciendo uso de la condición de militar a cualquier reunión pública o manifestación si tiene carácter político o sindical".
Mariano Casado, secretario general de la AUME, asegura que la resolución se basa en premiosas falsas, pues Bravo no hizo uso de su condición de militar y en el expediente no hay ninguna prueba de lo contrario, ya que sólo contiene noticias de prensa y de medios de Internet.
El pasado 26 de enero, menos de una semana después de la concentración de guardias, Bravo ya sufrió un primer arresto de un mes y un día por declaraciones realizadas casi un año antes.
Un total de 21 guardias civiles fueron expedientados por el acto de la Plaza Mayor, pero aún no se ha dictado ninguna resolución.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.