El festival Amal proyecta películas de 12 países árabes

El festival de cine árabe Amal se presenta a sí mismo como "un puente" entre culturas. Su comisario, el gallego Ghaleb Jaber Martínez, habla de Santiago de Compostela, la sede de un certamen único en la península, en calidad de "punto de encuentro entre mundos" a través de "un lenguaje universal, el cine". La sesión inaugural, el próximo 22 de octubre, acogerá la proyección del largometraje marroquí Heart edges.

Durante la presentación de Amal, la palabra árabe para designar esperanza, Jaber Martínez se refirió a la "consolidación" de un festival que cumple su quinta edición. "Se trata del único festival de estas características que existe en España, dedicado íntegramente a la producción cinematográfica de los países árabes", explicó. Ocho documentales, nueve largometrajes de ficción y 30 cortometrajes se exhibirán en la aula sociocultural de Caixa Galicia, en Santiago de Compostela, entre el próximo lunes y el último día del mes, en un encuentro organizado por la Fundación Araguaney.

Además de las tres secciones competitivas, la Universidade de Santiago de Compostela, que participa por primera vez en la semana de cine árabe, pone en marcha la sección paralela From the Middle East with love [Desde Oriente Medio con amor] en la facultad de Filososfía. Allí se mostrarán "18 películas videdocumentales experimentales" sobre Oriente Medio. En palabras del vicerrector de cultura de la universidad compostelana, Elías Torres, "se trata de no perder ninguna oportunidad de contribuir al enriquecimiento de la comunidad universitaria". Para el responsables del apartado experimental, Khaled D. Ramadan, las obras de este apartado "son un género experimental discursivo en el que la teoría cultural y la estética se unen en una combinación formal en evolución constante".

Ghaleb Jaber Martínez aseguró que en el festival estarán representados "la mayor parte de los países árabes y casi todos los géneros cinematográficos". Las películas proceden de Marruecos, Jordania, Argelia, Palestina, Líbano, Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Yemen, Kuwait, Irak, Egipto y Siria. También comparecen cintas facturadas en Estados europeos o en Irán, pero siempre relacionados con el mundo de Oriente Medio. "Queremos acercar a Occidente la realidad del mundo árabe a través del cine", indicó. Jaleb Martínez agradeció la colaboración de la Casa Árabe de Madrid, "que contriubuirá a la difusión internacional del festival".

Para el director general de Comunicación Audiovisual de la Xunta de Galicia, Manuel Fernández Iglesias, Amal "es uno de los cuatro o cinco festivales de referencia de Galicia". Según Fernández Iglesias, "Amal supo encontrar una visión de futuro, a pesar de tratarse de una apuesta arriesgada por su temática", dijo. Según el titular de la Dirección Xeral de Comunicación Audiovisual, que apoya económicamente la convocatoria, su departamento "pretende darle voz a los que no la tienen" y mencionó el ciclo Cine contra a pobreza e a desigualdade que celebra estos días el Club Internacional de Prensa, también pertenenciente al organigrama de la Secretaría Xeral de Comunicación.

El concejal de cultura del Ayuntamiento de Santiago, Néstor Rego, consideró Amal como "una pieza fundamental no sólo de la cultura de Santiago, sino de la ciudadanía". Rego se sumó al objetivo confeso del festival y declaró la intención de "contribuir al diálogo y al conocimiento mutuo, al respeto a través del conocimiento, y con un lenguaje accesible como es el del cine". El edil santiagués de cultura situó el encuentro de cine árabe dentro de una secuencia que engloba igualmente "Curtocircuíto y Cineuropa y convierte a Santiago en un lugar capital de la cultura y el diálogo".

Para el dictamen final de las secciones a concurso de Amal, cortometraje, documental y ficción, se ha nombrado un jurado compuesto por el iraquí Intishal Al Timimi, director artístico del Festival de Cine Árabe de Rotterdam, el documentalista Khaled Ramadan, el director de programación de la TVG, Eduardo Galán, el responsable de contenidos de Curtocircuíto, Francisco Arnoso, y el realizador gallego Jairo Iglesias. Para Eduardo Galán, "el certamen cumple con lo que requería el cineasta francés Jean-Luc Godard de un festival de cine: informa sobre lo desconocido y agita conciencias".