A Coruña exige cambios en la reforma para salvar Humanidades

El primer documento que perfila en Galicia la próxima reforma universitaria ha abierto el debate sobre el futuro de carreras en las que las aulas se están quedando vacías. La exigencia de un mínimo de 25 alumnos por curso para sobrevivir ha puesto en la cuerda floja estudios como los de Humanidades, impartidos en las universidades de A Coruña y Santiago. La Universidad coruñesa reclama que se dé una oportunidad a estas titulaciones para presentar un plan de viabilidad que evite su desaparición del mapa.

La Universidad de A Coruña tiene ya claro qué camino quiere tomar en la reforma que comenzará el próximo año. La institución unificará las dos titulaciones que ahora imparte por duplicado, es decir, Relaciones Laborales y Enfermería. Actualmente ofrece estas dos carreras por partida doble en sus campus de A Coruña y Lugo, con dos planes de estudio distintos y en asociación con sendos centros adscritos. Una comisión en la que estarán presentes representantes de la dirección de las cuatro escuelas, profesorado y estudiantes diseñará un único título para cada uno de estos estudios, que se seguirán estudiando en las dos ciudades, según explicó ayer el vicerrector de Calidade e Harmonización Europea, Manuel Peralbo.

El Rectorado de A Coruña, que encabeza José María Barja, es el único que ha decidido los pasos concretos que dará para eliminar las repeticiones internas de títulos, uno de los ejes de la reforma. Además el equipo de Barja ha preparado una lista de propuestas para que la Consellería de Educación modifique el borrador sobre las líneas comunes que guiarán la transformación en los campus gallegos. Una de las alegaciones con más peso pretende salvar la titulación de Humanidades, que la Universidad de A Coruña imparte en Ferrol con apenas una decena de estudiantes en algunos cursos.

El borrador que está ahora sobre la mesa de la comisión de titulaciones del Consello Galego de Universidades supondría la desaparición del título de Humanidades, ya que no alcanza los 25 alumnos por curso ni de nuevo ingreso. Para evitar esta eliminación, el Rectorado coruñés pide que se dé la oportunidad a estas facultades a presentar un plan de viabilidad en el que esgriman sus razones para sobrevivir. "Ese plan sería un compromiso para realizar [en la titulación] los cambios necesarios para hacerla atractiva", señala el vicerrector coruñés. Este documento, explica Peralbo, tendría que demostrar la existencia de recursos económicos y de profesorado "suficiente y cualificado" para mantener el título, debería exponer las estrategias del centro para captar alumnos e incluir convenios con entidades para la realización de prácticas.

La Universidad de Santiago se plantea dos soluciones para acabar con las carreras que se repiten en sus dos campus (Santiago y Lugo). En los casos en los que se registren pocos matriculados, la titulación dejará de impartirse en una de estas ciudades, mientras que en las de mayor demanda se unificará el título pero se mantendrán los dos centros.

El vicerrector de Oferta Docente e Espazo Europeo de Educación, Máximo Pló, admite que aún no se ha decidido qué hacer caso por caso, pero adelanta que esta reforma universitaria no dejará en la calle a ningún profesor. En el caso de que se elimine alguna titulación, asegura Pló, los docentes de estos centros serán recolocados para impartir posgrados y master, dos tipos de cursos de especialización que verán incrementada su oferta con la reforma.

La Universidad de Vigo prefiere no avanzar sus planes hasta que las directrices comunes para ejecutar la reforma sean firmes. A lo largo de 2008, los tres rectores y la Xunta deberán negociar también cómo solucionar otra de las consecuencias del minifundismo universitario en Galicia: el futuro de las carreras que se repiten en más de una universidad.