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Un proyecto para la Paloma

Blanca Cia

La historia de la sala Cibeles es pareja a la de otras salas de la ciudad que han ido cerrando. O las han ido cerrando -sería más exacto- por problemas de ruido. Después de no pocas quejas, el Ayuntamiento ha acabado con requerimientos a la propiedad para insonorizar los locales con la amenaza de cierre. La Cibeles empezó así y fue cerrada en julio de 2005. La veterana sala -abrió sus puertas en la década de 1910- se había ido adaptando a los tiempos en cuanto a oferta. Y pasó de la originaria sala de baile, a programar conciertos, otra vez a sala de baile pero actualizada -como otras, tipo Sutton- y a finales de la década de 1990 a invitar a personajes del pop para que lucieran sus habilidades como pinchadiscos los fines de semana. También se convirtió en una de las salas favoritas para despedidas de solteros, ruidosas por naturaleza.

El empresario Pau Solé optó por no adecuar el local -adujo que las obras costaban 1,2 millones de euros- y ello supuso el cierre.

En el caso de la Paloma, del mismo propietario, el camino igual no sea el mismo. La veterana sala de Ciutat Vella también fue clausurada a principios de año por no cumplir completamente los requisitos de insonorización. Sin embargo, falta por evaluar un proyecto de reforma que ha presentado el empresario, según fuentes del distrito.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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