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Entrevista:JUAN PIQUER | Director de la Mostra de Valencia

"No soy cinéfilo, porque lo asocio a ratón de Filmoteca"

Ferran Bono

Juan Piquer (Valencia, 1935) se toma las cosas con calma, con retranca, con el distanciamiento de quien parece estar de vuelta de todo. Tal vez sea la mejor manera de dirigir (y por tercer año) la Mostra de València-Cinema del Mediterráneo. Dirigir un festival era uno de los pocos palos del mundo del cine que no había tocado. Cámara, guionista, productor y realizador, el director de películas como Viaje al centro de la tierra o Supersonic man reivindica las películas de serie B, niega "ser un ratón de Filmoteca" y reconoce que conoció a Raquel Welch de jovencita cuando era conocida como El cuerpo pero que le pasó desapercibida. La actriz es una de las estrellas de la Mostra, que arranca mañana.

"Un festival para cinéfilos se puede hacer cuando hay un patrocinador muy decidido a perder dinero"

Pregunta. ¿Aún tiene el poblado vaquero en la provincia de Madrid?

Respuesta. Ya no. Porque robaron y desmontaron los edificios para llevarse el hierro. Me pareció una estupidez mantener un guarda, que se dormía y le robaban. Se lo compré a los americanos, a un guionista que vino con Samuel Bronston. Mantengo la parcela. Yo rodé allí cuatro películas y Tony Curtis, un Othello.

P. ¿Cuál es su película más destacada?

R. Destacar una película totalmente es difícil. Todas tienen cosas que te gustan y otras que no. Viaje al centro de la tierra fue un impacto grande porque nadie daba tres duros por la explotación de esa película. La que funcionó mejor en todo el mundo fue Slugs. Pero La Grieta tiene cosas que gustan mucho.

P. Llega a la dirección del festival tras la polémica salida del anterior director, su amigo José Antonio Escrivà. Parece que se lo toma todo con mucha tranquilidad.

R. Cuando uno produce 16 películas está ya de vuelta de todo, menos de terremotos. Un festival es casi como la producción de una película. A unos les gusta, a otros, no; también hay quien no se entera, pero se opone. Y la gente con la que tienes que trabajar no la puedes cambiar y tienes que llevarla a tu terreno. Para eso, la relación personal es muy importante.

P. ¿Por qué han invitado a Don Johnson y Raquel Welch?

R Son como señuelos para atraer la atención de los medios. Un festival nunca tiene demasiada publicidad. Hay una que puedes pagar y otra que no puedes.

P. Los grandes festivales de cine no pagan a las estrellas sólo para que vayan.

R. Eso es una equivocación. Demi Moore dijo en San Sebastián "sí, vengo a presentar la película y a cobrar por la gala de clausura". Porque, aunque no cobren en dinero, las estrellas lo hacen en publicidad, a través del contrato que tienen con las producciones. Casi siempre estas presentaciones se hacen para promocionar una película.

P. Pero Johnson y Welch no tienen ninguna vinculación con el Mediterráneo, ni vienen a presentar sus últimos estrenos.

R. Pero qué película voy a presentar de Raquel Welch y Don Johnson...? Esto es un poco sacar las cosas de quicio. Todo festival tiene una parte lúdica. A los espectadores les gusta ver gente que conoce y la prensa se hace eco de ello.

P. ¿Conoció a Raquel Welch?

R. La conocí en los estudios Moro en Madrid. Yo rodaba un spot de un detergente y salí del plató. En el trayecto hacia el bar, me tropecé con una mujer morena, no muy alta, vestida con traje vaquero y no le hice ni caso. Y cuando acabé de subir las escaleras, se acercó uno y me dijo: 'Te has dado cuenta, es Raquel Welch. Pues podía ser Pepita Pérez...

P. Entonces era una sex symbol.

R. Pero como vaquera no destacaba realmente. Estaba interpretando 100 rifles. Y es cuando se lió con Sancho Gracia.

P. ¿Cuál es la actriz que más ha admirado?

R. Ava Gardner. Es una mujer brillante. Como Lana Turner. Parece que no son grandes actrices, pero cuando ves sus películas y los marrones que les ha tocado lidiar...

P. ¿Lidiar con la Mostra es un marrón? Se dice, entre la crítica y los cinéfilos, que es un festival de segunda clase, incoherente, al que no viene la prensa nacional, que se organiza para que la alcaldesa salga en las fotos con famosos.

R. Hombre, es difícil contestar. Pero hay una cosa clara, grandes festivales hay cinco: Cannes Venecia, Berlin, San Sebastián, Toronto. Festivales que presumían tanto de calidad, como Valladolid, están cojeando mucho. La crítica, que es la que lo mantiene, le pega cañazos. Un festival para cinéfilos se puede hacer cuando hay un patrocinador muy decidido a perder dinero. Por cierto, yo no soy cinéfilo, porque lo asocio a ratón de Filmoteca. He visto mucho cine por el placer de verlo, pero no por hacer la autopsia luego a las películas.

P. La sección oficial de películas mediterráneas mantiene un nivel de interés...

R. Todo el mundo habla del festival del Mediterráneo, y cuando hay que ver las películas mediterráneas no va nadie. Y están muy bien. Si alguien se molesta de no hacer el comentario clásico de "otra Mostra más" se dará cuenta.

P. En foros de Internet se le considera el rey del fantástico español. Ahora realizadores como Tarantino reivindican las películas de serie B. ¿Qué le parece este fenómeno?

R. Bueno, a la gente siempre le gusta poner etiquetas. Ahora me están reeditando Mil gritos tiene la noche para EE UU en DVD. Hay una nueva generación que ha bebido mucho de nosotros, del cine B, el más creativo porque puede ensayar cosas que en el A son imposibles, y los han llevado a su terreno. Gente como Balagueró, Plaza, Álex de la Iglesia o Tarantino. Parten de una situación mejor que la nuestra, porque a nosotros nos miraban con cierto aire despectivo. "Son los del terror", decían. Ahora ya no. Pueden contar con mercados internacional que yo me tuve que abrir a golpes de hacha.

P. También conoció a Orson Wells, ¿no?

R. Lo conocí en unos estudios de Londres poniendo voz a una detergente para limpiar váteres. Me dejó acojonado. Era un tipo que me llevaba más de cuatro dedos. El tanque humano. Y con una voz impresionante. Me dijo: "¿Has pensados bien de qué vas a seguir comiendo el resto de tu vida?".

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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