El factor Rato

"Nunca pensé que mis palabras tendrían semejante repercusión", dijo Rodrigo Rato, director gerente saliente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al comentar con varios amigos el impacto de la conferencia que pronunció el pasado día 8, en la inauguración del Foro España-Iberoamérica.

Pero algo podía y debía barruntar, porque su estrategia de comunicación había sido planificada cuidadosamente. A sus palabras en Madrid precedía una entrevista con el Financial Times, el 7 de octubre, en la que advertía de que la crisis de las hipotecas de alto riesgo en EE UU "pasará factura" y subrayaba que los Gobiernos debían realizar cambios significativos en sus presupuestos.

El ministro de Economía y Hacienda español, Pedro Solbes, vicepresidente segundo del Gobierno, se encontraba el lunes en Luxemburgo. Allí, mientras esperaba para entrar a la reunión de ministros del Eurogrupo que forman parte del sistema euro, leyó las declaraciones de Rato en el periódico británico. Preguntado por los medios de comunicación sobre su reacción ante las declaraciones del director gerente en la Feria de Madrid, donde se celebraba la asamblea del Foro España-Iberoamérica, Solbes no se hizo de rogar.

Colaboradores de Solbes aseguran que está dispuesto a repetir si el PSOE gana en marzo

Rato no había mencionado a España, pero llamando al rigor presupuestario había aludido más o menos directamente a su propio país. "Los Gobiernos deben ser conscientes de que las turbulencias van a tener un impacto real, sobre todo en países que necesitan financiación internacional", dijo.

Verde y con asas. Esas fuertes necesidades de financiación de las empresas privadas españolas son función, en gran parte, del diferencial de crecimiento entre España y los países centrales de la UE, lo que explica gran parte del déficit exterior de la economía española.

Ni falta hizo, pues, ponerle nombre y apellido. Solbes saltó al ruedo. "Respeto a Rato", dijo Solbes, pero el presupuesto se ha elaborado de forma "muy prudente" y "encaja con las circunstancias actuales. No vamos a cambiar las previsiones. Crecer al 3,3% en 2008 sigue siendo posible".

El que sí sabía el lunes 8 que el FMI había cambiado las previsiones sobre el crecimiento de España en 2008 (y el de la mayoría de los países) era, precisamente, Rato, aunque la noticia será oficial esta semana, con ocasión de la publicación del informe bianual de previsiones económicas en la asamblea del FMI, en Washington. Según la nueva revisión, España crecerá un 2,7% en lugar del 3,4% previsto el pasado mes de julio.

Pero, detrás de este debate aparentemente económico entre Rato y Solbes, hay un trasfondo político. ¿Qué papel va a jugar Rato en la larga campaña preelectoral española una vez que a finales de este mes quede liberado en el FMI y se traslade definitivamente a Madrid? La presencia del ex ministro en España ha ido en aumento en el último año. El próximo día 25, Rato pronunciará una conferencia en la cena de gala con ocasión del XXX aniversario de la Confederación Empresarial Valenciana.

Pero ¿va a participar como afiliado al PP en actos políticos para apoyar a Rajoy? En ciertos círculos del partido se estima que Rato podría ser un aval para Rajoy en un terreno en el que precisamente el PP no tiene primeros espadas con prestigio en el escaparate.

Con todo, fuentes de Génova implicadas en la planificación de los actos políticos de la precampaña señalan que no existe previsión alguna en estos momentos sobre la participación de Rato en actividades partidistas. "Sobre la mesa tenemos una serie de actos durante los próximos meses. Y Rato simplemente no está. Puede estarlo, claro. Pero lo que es ahora, puede asegurar que no lo está", dijo a este periódico una fuente del PP.

En ámbitos profesionales de la economía española, fuentes consultadas dijeron que Rato debería manejarse con cautela una vez que abandone el FMI. Aunque es el primer caso de un político en activo que obtuvo el puesto de director gerente del citado organismo internacional, no es menos cierto que sus predecesores han sido muy prudentes. "Michel Camdessus no era político, es cierto, ya que procedía del Banco de Francia. Pero se impuso como norma no intervenir en aspectos de la política francesa cuando dejara el FMI. Y así lo hizo. El caso de Horst Köhler también fue similar. Si su salida anticipada por razones personales no ha sido muy bien vista, empeoraría con mucho el panorama una actividad política partidista abierta. Siempre se aconseja un periodo de cuarentena", dijo a este periódico el asesor de un importante banco de inversiones de Wall Street.

Con todo, a juzgar por su reacción de esta semana, el factor Rato ha desencadenado el factor Solbes. Es decir: un superministro que sale al quite en defensa de su política económica y presupuestaria.

Colaboradores de Solbes dijeron a EL PAÍS que el ministro-vicepresidente podría volver a ser titular de Economía, caso de una victoria del PSOE en las próximas elecciones. "Pedro está abierto y con buena disposición, si se produce esa victoria, para volver a ser ministro de Economía y Hacienda. Otra cosa es ser candidato a diputado como le han sugerido. Fue parlamentario en 1996, pero ahora no lo es y, por tanto, no está en sus planes volver al Congreso", dijo la fuente consultada, quien asegura que Solbes participará activamente en la campaña electoral.

"No en actos multitudinarios, pero sí en reuniones y conferencias, en las que pueda explicar lo que se ha hecho en estos cuatro años y lo que el PSOE propone para los siguientes cuatro. En esto, Pedro está dispuesto a arremangarse", añadió la fuente.