Perera corta una oreja inverosímil
Con ganado aburrido, corrida aburrida. Y en pleno enojo, Perera arrancó una oreja. No a su primero, que se iba de las suertes y al que, en el platillo, cambió por detrás alternando donde debía haber educado mansedumbres con trasteo embebedor. Y no consiguió ligar las series. Es cierto: Antonio Bienvenida inició una faena de muleta con un pase cambiado por detrás que casi le costó la vida. Cuando reapareció en Barcelona se fue a la boca de riego y volvió a iniciar con el mismo pase. Pero también es cierto: Bienvenida no inició el resto de las faenas de muleta de su vida con el mismo pase. El toreo, más aún que las demás artes, está reñido con el diseño; es accionista de la inspiración. Cuando se torea bien -y él lo hace- relajarse, dejar libre la inteligencia -que siempre imagina- y ajustar el "tempo", no son nimiedades. Y así lo hizo en el 6º; un burriciego que provocó escandalera -más cuando se cayó- y unos gritos de "¡Fuera!" como sólo se dan en Aragón. Gracias a eso Perera no inició cambiando en el platillo y toreó despacio, reposando la zurda, a media altura, mucho mejor que al 3º. A cierta calma le cambió -qué se le va a hacer- por detrás e instrumentó redondos de salón. Y las manoletinas por las que el toro sin fuelle apenas pasaba. Y un estoconazo. Aunque el toro se cayó de forma regular y el horno estaba más para adoquines que para bollos, invirtió los ánimos y cortó el trofeo.
Salvador Vega acompañó con la cintura el giro de los brazos en la verónica, y fue metiendo al 2º cada vez más adentro, más toreado, más escondido. Lo coreamos alborozados. Las chicuelinas bajas, con vuelo; los remates volteando el percal, las varas, cortas y altas... Todo eran palmas cuando Perera quitó por gaoneras y Corruco y Reyes saludaban tras parear. Brindó, dejó montera y calzado e inició con un cambio de manos muy lento ante el que el toro se paró. También él esperó, mucho, hasta vencer el duelo. Y allí rindió a la afición. Lo demás fue coser y cantar: series de derechazos en el sitio y naturales lentos, de roce, sentidos y quebrados mientras "España cañí" salía entre humo y voces por la tolda de la plaza. Pero pinchó. Todo lo contrario ocurrió en el 5º al que dibujó semicírculos en suerte descargada y pecho de palomo. La afición no picó al escamoteo de toreo por picoteo.
EJ no tuvo toros ni tarde. Dio al 1º verónicas muy dormidas, tafalleras y delantales. Y lo sujetó con la muleta para que no se cayera. En el 4º, un distraído andarín que no humillaba, mantuvo un pulso con él y las protestas. No hubo ganadores.
V. del Río / Juli, Vega, Perera
Toros de Victoriano del Río; flojos y bajos de casta, embistió el 2º, manseó el 3º y distraído el 4º; 5º, sobrero soso de El Serrano y 6º, flojo y noble de Cortés. Julián López Juli: Estocada y descabello (silencio); caída (silencio). Salvador Vega: 2 pinchazos y media caída (saludos); estocada (saludos). Miguel Ángel Perera: Estocada (saludos); estocada fulminante (oreja). Plaza de La Misericordia, 13 de octubre. 9ª de abono. Lleno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.