Touriño recuerda a Zapatero que Galicia pide competencias porque "es Estado"

El debate sobre el traspaso de competencias a Galicia se coló ayer en la reunión del Consello de la Xunta. Después de analizar con sus conselleiros la negativa de Zapatero a efectuar las siete transferencias reivindicadas por unanimidad por el Parlamento de Galicia, entre ellas Salvamento Marítimo, el presidente Touriño lanzó un mensaje al Gobierno central. Para ello, recuperó una frase del propio Zapatero, cuando recordó durante la tormenta del Estatuto de Cataluña que las autonomías son Estado. "Galicia también es Estado y es fundamental reconocerlo", advirtió Touriño.

Emilio Pérez Touriño utilizó el mismo tono diplomático que Zapatero en el Senado para rechazar el traspaso de las siete competencias reclamadas por Galicia, en una respuesta oral al senador del BNG Francisco Jorquera. Pero con el mismo envoltorio de cordialidad, el presidente gallego reivindicó las transferencias para "reforzar un objetivo de la Xunta", consistente en "el impulso de su autogobierno". Así lo acordaron los tres grupos parlamentarios en la Cámara autonómica y "con igual énfasis" lo reiteró ayer Touriño, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta.

"Sabemos todos los presidentes que siempre hay un nivel de resistencia por parte del Estado a delegar o transferir tal o cual competencia", reconoció el jefe del Ejecutivo, pero matizó a continuación que Galicia "también es Estado". Touriño abogó por seguir dialogando explícitamente y por "buscar espacios para la cooperación y para el avance". Por ello, anunció que el Gobierno gallego "seguirá trabajando, negociando, dialogando, impulsando y reivindicando esas competencias".

La Vicepresidencia de la Xunta, mientras, insistió en su decepción por lo que considera el incumplimiento de un acuerdo entre gobiernos, según informaron fuentes del departamento que dirige Anxo Quintana. Las competencias rechazadas por Zapatero no sólo figuran en una propuesta de resolución aprobada por unanimidad por el Parlamento gallego, en el pasado debate del estado de la Autonomía, sino también en el compromiso asumido en febrero por Quintana y el entonces ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla.

El bipartito elaboró a inicios de mandato un documento que reivindica 64 transferencias, que decayó durante las negociaciones del nuevo Estatuto de Galicia. El fracaso del Estatuto, derivado de veto del PP, cuyo apoyo parlamentario resultaba imprescindible, llevó a la Xunta a retomar los para ampliar el autogobierno de Galicia, que derivaron en el principio de acuerdo de febrero con Jordi Sevilla que ahora se incumple, en opinión de Vicepresidencia.

Pero mucho más molesto que con Zapatero se mostró ayer Touriño con el Valedor do Pobo, Benigno López, quien atribuyó el miércoles la siniestralidad en las carreteras a la falta de inversiones y restó relevancia al traspaso de las competencias de tráfico y seguridad vial. A Touriño le llamó la atención esa "profusión opinática" de López, al que recordó que las opiniones políticas "no forman parte de sus funciones". Además, el jefe del Ejecutivo gallego echó en falta "referencias temporales" del informe presentado por el Valedor, que consideró "inexcusables".

Después de expresar su respeto por la institución que representa Benigno López, apuntó que éste "debe conocer sus funciones", de las que "la opinión política no forma parte". Y respecto al informe en sí, aseguró Touriño que él personalmente tuvo que buscar las referencias temporales de los datos incluidos, para concluir que abarcan de 1994 a 2004, "con alguna leve referencia a 2005". Se trata por lo tanto de un examen a las inversiones en seguridad vial realizadas por los gobiernos de Manuel Fraga, lo que le llevó a coincidir con la conclusión de que los fondos gastados son insuficientes.

Touriño tenía entre sus manos papeles con los que responder a la pregunta sobre el Valedor, que le sirvieron para precisar que su Gobierno "multiplicó por 40" la inversión para eliminar puntos negros de las carreteras, en relación con la efectuada en el período que abarca el informe. Todo ello, porque la seguridad vial es una de sus "principales preocupaciones", por lo que reivindicó Touriño su "legitimidad para hablar de este tema". En la misma comparecencia, el presidente defendió el carácter "estrictamente institucional" de su reciente viaje a Argentina y Uruguay.