ETA roba 2.000 litros de un combustible con el que intenta fabricar nuevos explosivos
El asalto fue perpetrado por dos hombres y dos mujeres en un laboratorio de Lorette, Francia
Cuatro etarras, dos hombres y dos mujeres, robaron anteanoche de una planta química de Lorette (Francia) 2.000 litros de nitrometano diluido, un combustible usado en aeromodelismo y que fue empleado en 1995 en un atentado contra un edificio gubernamental en Oklahoma City (EE UU), en el que murieron 168 personas. Los terroristas, encapuchados y armados con pistolas, se llevaron 200 bidones de cinco litros cada uno de dicho material, con el que ETA ya llevaba meses ensayando nuevas mezclas explosivas. Dos etarras fueron detenidos en julio con dos bidones de un producto idéntico.
Los terroristas supuestamente llevaban varios días vigilando la planta de Laboratorios Labema sita en Lorette, entre Lyón y Saint Etienne. La empresa, fundada en 1989 por Jean Pierre Laronze, de 60 años, se dedica fundamentalmente a la fabricación de lubricantes, productos anticorrosión y, también, combustibles con base de nitrometano, especialmente destinados al aeromodelismo.
Sobre las 17.15 de anteayer, dos mujeres tocaron la puerta de la empresa. Fue el propio Laronze el que abrió la puerta. Apenas pudo ver entonces cómo dos encapuchados llegaban hasta él, le encañonaban y lo metían para adentro. El hombre estaba solo en el laboratorio. Los terroristas, siempre apuntándole a la sien con una pistola, lo ataron y amordazaron. El laboratorio estaba a disposición de los asaltantes.
Los etarras localizaron dos grandes cubas, cada una de las cuales contenía unos 200 litros de nitrometano puro. Los cuatro intentaron llevársela, pero el peso y el volumen del continente se lo impidió. Los asaltantes recogieron entonces 400 bidones de cinco litros cada uno de la misma sustancia pero diluida en agua, lo que reduce su potencialidad para ser usado como explosivo, ya que requiere más manipulación que si es puro.
Robaron dos furgonetas
Los bidones fueron cargados en dos furgonetas de la propia empresa asaltada, junto a dos ordenadores, y los terroristas se dieron a la fuga en esos dos vehículos, a los que supuestamente abría camino un tercer coche, el utilizado para llegar hasta el laboratorio químico. Laronze, según ha relatado a la prensa local, pudo desatarse varias horas después e inmediatamente dio aviso. Los pocos vecinos de la calle denis Papin, donde está la planta, no vieron nada.
La mecánica del asalto hizo sospechar desde el primer momento que era obra de ETA. El propio secretario de Estado español, Antonio Camacho, confirmaba por la mañana que tanto por el lugar del robo, como por el modus operandi y el tipo de material robado, todo apuntaba directamente hacia ETA. Por ello, las investigaciones recayeron directamente sobre los servicios antiterroristas franceses, con apoyo de la Policía Judicial de Lyón.
El método empleado en el asalto es idéntico al utilizado, por ejemplo, en el robo de centenares de pistolas en una armería francesa. Como en este caso, los etarras conocían los movimientos de los trabajadores de Labema, los horarios y qué tipo de materiales fabrica y almacena en sus instalaciones.
El material robado puede utilizarse para mezclas explosivas, pero antes debe ser mezclado con algún tipo de sustancia gelatinosa o poliaminas. Éste fue el explosivo usado en 1995 por el ultraderechista Timothy McVeigh en el atentado que perpetró contra el edificio federal Murrah, en Oklahoma City (Estados Unidos) en venganza por el asalto a sangre y fuego del FBI a un rancho de iluminados en las cercanías de Waco (Tejas). En el edificio Murrah fueron asesinadas 168 personas.
ETA, de hecho, ya ha ensayado explosivos con este material, aunque, de momento, no lo ha empleado. La policía detuvo el pasado mes de julio en Angulema al que entonces era jefe del aparato logístico militar de ETA, Iker Mendizabal Cubas, junto al etarra José Juan García González. Los terroristas viajaban en una furgoneta en la que transportaban un centenar de bolsas de laxante en polvo (con base en hidróxido de magnesio) y dos bidones de dos litros y medio cada uno con dos productos llamado Tornado Fuel y Oxitrans.
Este combustible sirvió a Luis Ignacio Iruretagoyena, Suny, el supuesto jefe del aparato logístico etarra hasta su detención en Cahors a primeros de septiembre pasado, para intentar fabricar un explosivo similar al de Oklahoma, mediante la síntesis del Tornado Fuel. Se trata de un explosivo bastante inestable, con una consistencia viscosa del que ya se ha servido Al Qaeda en algunas ocasiones para sus atentados en Irak y otros países.
Los servicios antiterroristas ya informaron entonces de que los detenidos harían las funciones de químicos en el entramado etarra, dedicado a ensayar y experimentar nuevas mezclas explosivas. El Tornado fuel es prácticamente idéntico al material ahora robado, ya que contiene nitrometano al 35% y está diluido.
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