El alcalde de Mugardos descarta desalojar a los vecinos encerrados

78 días de encierro indefinido en un conflicto sin visos de solución están colmando la paciencia del gobierno local de Mugardos. El alcalde, Xosé Fernández Barcia, del BNG, advirtió ayer a los vecinos encerrados de Mehá que "con el cariz que está cogiendo la situación", el ayuntamiento "no puede garantizar" su seguridad durante las veinticuatro horas del día y recomendó a los encerrados que se planteen abandonar la protesta por las noches y proseguir durante el día. "Lo que pasó el sábado -dijo en alusión a la quema de una pancarta contra Reganosa colocada por los vecinos- no tuvo consecuencias graves, pero la seguridad no está siempre garantizada".

El coste del encierro para las arcas municipales es otros de los argumentos que esgrime Barcia, aunque reconoce que "es una decisión de ellos". Calcula que hasta hoy, el encierro vecinal le ha costado al ayuntamiento cerca de 25.000 euros entre electricidad y horas extra para sufragar las guardias no previstas de la Policía Local. Sin embargo, el regidor nacionalista asegura que no se plantea un desalojo forzoso aunque ni entienda ni comparta los objetivos de la protesta. "Si yo luché durante años por el derecho a manifestarme, no voy a impedir ahora que otros lo hagan", aunque considera que "el 99% del pueblo" no respalda a los vecinos de Mehá. El regidor mugardés insiste en que la licencia comercial de Reganosa depende del Ministerio de Industria, y no de la administración local, que según Barcia, se habría limitado a aprobar la licencia de obra.

Los vecinos de Mehá iniciaron un encierro el pasado 23 de julio para denunciar la escasa distancia entre Reganosa y sus viviendas. Temen que se repitan "los ataques violentos" pero anuncian que seguirán el encierro. Confían en que la Justicia les dé la razón en algunos de los contenciosos abiertos contra la ubicación de la planta. Desde el Comité Cidadán, que agrupa a los colectivos que se oponen a la planta, festejaron la decisión del gobierno italiano de derogar la aprobación de una planta de gas en Brindisi que consideran "la hermana gemela de Reganosa".