Las familias pagan por sus deudas más del doble de intereses que hace dos años
El ahorro cae al 10% de la renta disponible, uno de los niveles más bajos de la serie
Las familias españolas se despiden de forma vertiginosa de la era del dinero barato. Las cantidades que destinan a abonar los intereses de las deudas contraídas se han más que duplicado en los dos últimos años. La vivienda, especialmente la subida del coste de las hipotecas, ha elevado esa cantidad por encima de los 11.000 millones de euros en el primer semestre del año. Además, los hogares están pagando más impuestos pese a la rebaja fiscal que ha entrado en vigor en 2007. Ese binomio genera un claro perdedor: el ahorro, que ha caído al 10% de la renta disponible.
La subida del precio del dinero está haciendo mella en el bolsillo de los ciudadanos. Así lo confirman los datos que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las cuentas de los hogares, las empresas y las instituciones públicas. Con el Euríbor -índice de referencia de la mayoría de las hipotecas- en el nivel más alto desde hace casi siete años, el pago de las deudas se hace cuesta arriba. En el primer semestre del año, las familias abonaron a bancos y cajas 11.254 millones de euros por intereses. Esa cantidad es un 110% superior a la del mismo periodo de 2005.
Una parte de la subida total del pago por intereses obedece a que desde 2005 se han vendido más casas. Por tanto, aunque no hubieran subido los tipos, el pago por este concepto habría aumentado, pues hay más hipotecas suscritas. Pero en los últimos meses los intereses crecen a un ritmo muy superior al de la inversión en vivienda, lo que indica que el porcentaje que cobran los bancos por prestar dinero es cada vez mayor. "Los hogares no están tomando más créditos, pero es que deben ya mucho", explica un técnico del INE.
Ese experto constata que la inversión en vivienda, incluido el mayor pago de intereses, incide decisivamente en el deterioro de la tasa de ahorro. Pero los datos del segundo trimestre revelan un elemento nuevo que impide a los hogares disponer de más fondos. Se trata del pago por IRPF y por patrimonio, que ha crecido un 15,9% respecto al mismo periodo de 2006. Sorprende el fuerte avance de este capítulo en el primer año de aplicación de la rebaja fiscal. "Al final, me temo que la reforma, lejos de minorar los ingresos a las arcas públicas, los ha aumentado", reflexiona Ángel Laborda, director de coyuntura de Funcas, la fundación de estudios de las cajas de ahorro.
Los ciudadanos pagan más -al menos de momento- por IRPF debido a la subida de tres puntos en la retención aplicada a los ingresos del capital (cuentas, depósitos y ahorro en general). Al pasar del 15% al 18%, la recaudación fiscal por este concepto se ha multiplicado. Y las menores retenciones sobre rendimientos del trabajo han tenido menos efecto de lo esperado. No obstante, el experto del INE matiza que es pronto para sacar conclusiones sobre la evolución del pago de impuestos, pues harán falta los datos completos de todo el ejercicio 2007. "Aunque el pago de impuestos no hubiera subido, la tasa de ahorro habría caído igualmente", explica.
Es precisamente la tasa de ahorro el elemento que más se resiente en esta deriva económica. La renta disponible de las familias (una vez descontados los impuestos) sigue creciendo, aunque a un ritmo más sosegado, y el consumo mantiene niveles más que aceptables. El resultado es que, tras pagar la hipoteca, los hogares apenas pueden destinar dinero al ahorro. La tasa ha caído al 10% de la renta disponible, 1,4 puntos menos que hace un año. Es uno de los niveles más bajos de la serie.
Si la economía tiende a desacelerarse, como vaticinan todos los analistas, el ahorro seguirá erosionándose y también la capacidad de consumir. Habrá que esperar a ver los efectos definitivos de la reforma fiscal para comprobar si amortigua la subida de las hipotecas.
Las empresas pierden renta
Las empresas se han visto aun más afectadas que las familias por el encarecimiento de los créditos. Su renta disponible ha caído un 1,3% en el segundo trimestre del año. "Las empresas son deudoras por naturaleza; deben mucho más de lo que reciben, al contrario que las familias", señala Laborda.
Al igual que en el caso de los hogares, los datos revelan mayores pagos por el impuesto de sociedades pese a que se ha aplicado una importante rebaja este año. La buena marcha de la economía, que multiplica los beneficios empresariales, y el retraso con el que se contabilizan los datos explican en parte esa paradoja.
Mientras familias y empresas no financieras viven cada vez con más estrecheces, las administraciones públicas y la banca se desenvuelven con holgura. Las arcas públicas elevaron un 10% el ahorro y las entidades financieras más que duplicaron la renta disponible.
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