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5.000 viviendas quedan anuladas en el nuevo plan de Santiago

La Xunta ha suspendido más de un tercio del suelo planificado

El visto bueno parcial de la Xunta al plan de urbanismo de Santiago fue defendido ayer por el alcalde Xosé Sánchez Bugallo, quien mostró su satisfacción alegando que el proyecto está aprobado definitivamente "en un 80%". La decisión de la Consellería de Política Territorial pone en suspenso, por ahora, la construcción de 5.000 nuevas viviendas de las 37.000 planeadas por el Ayuntamiento.

Para Sánchez Bugallo la resolución es un claro indicador de que el modelo de ciudad propuesto es "aceptado y no cuestionado" por la comunidad autónoma. No duda que el informe obtendrá luz verde por parte de la Consellería de Política Territorial, si bien asegura que "está en manos" de la Xunta que el porcentaje de coincidencia con el informe inicial sea más o menos elevado.

El mayor número de las 5.000 viviendas suspendidas están en suelo urbanizable no delimitado, donde Política Territorial pone reparos en 17 de los 45 polígonos programados. "Ya preveíamos que iba a ser un espacio complejo", aseguró el alcalde. Bugallo dijo que "el criterio de la consellería es opuesto a la creación de estos polígonos" ya que, explica, "temen que empiecen a proliferar urbanizaciones" en el exterior de la ciudad.

Así, están en suspenso 360 hectáreas de un total de 950. Esto quiere decir que el ayuntamiento deberá defender ante la Xunta la construcción de 3.192 viviendas de las 6.302 que se pretenden levantar. Entre ellas se encuentran las de la zona de Bando, donde la consellería pide una justificación para que el ámbito no se califique de uso ganadero, agrícola y forestal. La Xunta no cuestiona el campo de golf que el Ayuntamiento prevé construir en esa zona, cuya tramitación continuará.

El resto de viviendas suspendidas, suman un total de 1.825 de las 13.963 que el documento inicial pretendía levantar en suelo urbanizable delimitado. Aunque sólo afecta a 2 polígonos de 42, situados en la parroquia de Aríns, suponen 58 hectáreas de las 320 destinadas a este uso del suelo. En cuanto al suelo industrial, el Ayuntamiento deberá justificar el uso de los suelos previstos para la ampliación del parque tecnológico, en San Marcos, que ocupa 150 hectáreas.

El rural, uno de los puntos más conflictivos ya en la aprobación del informe el pasado año (sobre el que se presentaron la gran mayoría de alegaciones), continúa siéndolo ahora, ya que 37 de los 109 núcleos rurales están en entredicho.

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Los bordes de la ciudad también están en entredicho. Son zonas de baja densidad de viviendas para las que el Ayuntamiento propone conferirles un "estatus de urbanidad" y que, según Sánchez Bugallo, no afectan al "cómputo global" del plan. El alcalde aseguró que defenderá el plan ante la Xunta el jueves "para que sea el más parecido" al que presentó el pleno compostelano, que "garantiza el crecimiento de la ciudad" para los próximos 16 años.

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