Batasuna considera "una declaración de guerra" la detención de su cúpula
Barrena avisa de que la formación ilegal seguirá "luchando" frente a la "represión del Estado"
Batasuna pretendió ayer hacer una exhibición de fuerza y unidad al juntar en un hotel de San Sebastián a 80 antiguos y actuales miembros de su dirección. Fue la respuesta gráfica a la detención de los 23 dirigentes de la formación ilegal. El día después de ver descabezada la cúpula de Batasuna, Pernando Barrena mantuvo el mismo tono desafiante contra el Gobierno. Dijo que esta operación policial supone "una declaración de guerra", frente a la que no van "a dar un paso atrás". Por la tarde, varios miles de simpatizantes se manifestaron en Euskadi.
La puesta en escena de Batasuna fue muy sobria. Ningún logotipo, ningún eslogan, ningún cartel a la vista. Sólo quisieron mostrar los rostros de 80 personas que durante los últimos 25 años han tenido alguna responsabilidad en la organización abertzale. Entre los más conocidos, junto a Barrena, comparecieron Marije Fullaondo y Karmele Aierbe, actuales integrantes de la mesa nacional de Batasuna; el líder del sindicato LAB, Rafa Díez, o el histórico dirigente de Herri Batasuna Tasio Erkizia. Se reunieron en los bajos de un hotel donostiarra en un intento de demostrar que la reciente detención de 23 destacados militantes la izquierda abertzale no ha conseguido desmantelar la organización.
Sin aceptar preguntas de los periodistas y antes de cantar, todo en pie y con un brazo en alto, el Eusko gudariak (himno del soldado vasco), Txotxe Andueza y Barrena leyeron un comunicado en euskera y castellano, respectivamente. El actual portavoz de Batasuna se empleó con la misma dureza de siempre para culpabilizar al Gobierno español y al PNV de las últimas detenciones. La operación policial ordenada el pasado jueves por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón supone, afirmó Barrena, "una declaración de guerra en toda regla" del Gobierno de Zapatero "al movimiento independentista vasco".
Barrena aseguró que la formación ilegalizada no se va a arredrar pese a la captura de parte de su cúpula cuando celebraba una reunión en Segura (Guipúzcoa). Entre los arrestados se encuentran Joseba Permach, Rufino Etxeberria y Mikel Zubimendi. "No vamosa dar un paso atrás en la defensa de los derechos del pueblo vasco", advirtió Barrena. "Seguiremos luchando por la independencia y el socialismo".
Incidentes en Pamplona
En el reparto de culpas, el dirigente radical afirmó que el Gobierno español emplea la "represión" y "se vale de una estrategia de guerra" para "imponer la Constitución española al pueblo vasco". Y acusó al PNV de situarse en la misma estrategia del Estado, del que ha sido "el representante en Euskal Herria durante los últimos 30 años". El partido que preside Josu Jon Imaz, dijo Barrena, "ofrece un pacto al Estado que cierra las puertas a la independencia" con la única finalidad de "mantener unas cuotas de poder y salvar su propio negocio".
Horas después, varios miles de simpatizantes de Batasuna se echaron a las calles de las tres capitales vascas y de Pamplona para protestar por las detenciones y exigir la independencia. Hubo incidentes en la capital navarra, donde agentes del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que emplear material antidisturbios para disolver una marcha que no había sido autorizada. La actuación policial se dirigió contra unas 300 personas que pretendían manifestarse. Entre los concentrados, un grupo comenzó a insultar y lanzar objetos a los agentes, según informó la Delegación del Gobierno en Navarra.
En el resto de las manifestaciones, que fueron escoltadas por la Ertzaintza, no se registraron incidentes. En San Sebastián participaron unas 3.000 personas, entre las que se encontraban Rafa Díez y el histórico dirigente etarra Eugenio Etxebeste Antxon. En Bilbao marcharon poco más de 1.000 personas. Las caras más conocidas fueron las de Marije Fullaondo y las de los antiguos responsables de HB, como Perico Solabarria, Iñaki Esnaola y Tasio Erkizia. Los asistentes gritaron las consignas habituales a favor de la independencia, la liberación de los presos de ETA o contra el PNV y la Ertzaintza. En esta ocasión, añadieron al repertorio uno novedoso: "Batasuna Aurrera" (Adelante Batasuna).
Al finalizar las marchas se leyó en euskera y castellano el mismo comunicado que había dado a conocer Barrena.
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