Los radicales protagonizan pequeños incidentes aislados de protesta

Varias personas resultaron heridas ayer tras la carga policial contra una manifestación de radicales abertzales que se celebró en Pamplona, a pesar de haber sido prohibida, como protesta por la detención de la cúpula de Batasuna. Varios contenedores fueron incendiados en el casco antiguo de la capital navarra.

El sector más violento de la izquierda abertzale protagonizó actos de kale borroka en tres localidades vascas. A plena luz del día, cuatro individuos que ocultaban su cara con capuchas incendiaron ayer por la mañana la oficina de Correos de Lezo (Guipúzcoa). Los encapuchados irrumpieron en Correos, obligaron a salir al único empleado y rociaron con gasolina la sucursal prendiéndole fuego. Las llamas causaron importantes daños en la oficina postal -el mobiliario quedó destruido- y hubo que desalojar momentáneamente a los vecinos de las viviendas situadas encima de la sede.

Unas horas antes, de noche y en la vecina localidad de Pasaia, unos desconocidos lanzaron tres artefactos incendiarios contra el edificio de la Tenencia de Alcaldía que causaron escasos daños. En Markina (Vizcaya), otro grupo de encapuchados intentó el viernes por la noche dar fuego a un autobús de la compañía Bizkaibus. Los saboteadores llegaron a lanzarle dos artefactos incendiarios, pero no llegaron a explotar. Al parecer, también rociaron con gasolina al chófer. En ese momento llegó una patrulla de la Ertzaintza y los violentos tomaron la huida.