La Junta quiere usar las balsas de riego para recuperar especies

La Consejería de Medio Ambiente va a poner en marcha el proyecto Balsas Vivas, consistente en crear humedales alrededor de las 16.543 balsas de riego que hay distribuidas por las ocho provincias andaluzas con el fin de fomentar la biodiversidad de estas zonas. El objetivo de Medio Ambiente es alcanzar acuerdos con los propietarios de las balsas para poner vegetación en sus contornos, medida que contribuiría a crear refugios para las especies animales y fomentaría su reproducción y contribuiría a la limpieza del agua.

Esta experiencia ya se ha puesto en práctica en dos balsas de Jaén, y en una de las cuales, gracias al cinturón de vegetación natural creado, nacieron 34 pollos de focha moruna, una especie en peligro de extinción. "Sólo necesitamos que los propietarios nos abran sus puertas y nos dejen mantener la vegetación", señala la delegada de Medio Ambiente en Jaén, Amparo Ramírez.

Según el inventario de Medio Ambiente, más de la mitad de las balsas de Andalucía se concentran en la provincia de Almería, se dedican al riego agrícola y son de origen artificial. De forma desglosada y por provincias, Almería es la zona que concentra mayor número de balsas con 8.730, el 52% del total de Andalucía, de las que más 6.000 corresponden a pequeñas masas de agua al servicio agrícola de los invernaderos. Le siguen por orden de concentración, las provincias de Huelva con 1.952, Sevilla con 1.391, Jaén con 1.256, Córdoba con 1.059, Granada y Málaga con 936 y 640 balsas de agua, respectivamente, así como la provincia de Cádiz, que con 587 balsas, el 4% del total, es la zona con menor número de masas de agua.

En cualquier caso, sin tener en cuenta las balsas pequeñas, inferiores a 700 metros cuadrados de superficie, dedicadas a los cultivos bajo plástico de Almería, la Consejería de Medio Ambiente contabiliza 9.010 balsas, siendo Huelva la provincia de mayor concentración de masas de agua.

Por criterios de uso, el agrícola y ganadero es el más extendido representando el 91% de las balsas de agua andaluzas. De forma desglosada, el riego agrícola es la utilización mayoritaria, con 4.981 balsas. Le sigue el uso ganadero, con 2.318 balsas, que suponen el 25% y otras 578 balsas, que representan el 6% del total, combinan el uso agrícola con el ganadero. Además, el inventario identifica el 7% de las balsas dedicadas a uso exclusivo de invernaderos.

Al uso agrícola y ganadero le siguen por orden decreciente las 542 balsas al servicio de la industria (6%), y las 297 utilizadas para la minería (3%).

Para atender a la valoración ecológica de las masas de agua inventariadas que se desarrollará en una fase posterior del Plan Andaluz de Balsas, el estudio de la Consejería de Medio Ambiente también ha incluido la vegetación existente en los márgenes de las balsas. Así, 741 de las masas de agua localizadas (el 8% del total) cuentan con vegetación asociada.