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La ONU exige al régimen birmano que inicie un proceso de reconciliación nacional

El jefe de la Junta Militar impone condiciones a su reunión con la líder de la oposición

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó ayer de "repudiable e inaceptable" el uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos en Myanmar (antigua Birmania) e hizo un llamamiento al régimen para que dé pasos hacia la democratización y el respeto de los derechos humanos. "El proceso de reconciliación debe acelerarse y ser lo más amplio posible", afirmó.

Ban dijo que la situación sigue siendo preocupante, aunque explicó que después de la misión de su enviado especial, Ibrahim Gambari, se abre una ventana de oportunidad. Éste informó por primera vez al Consejo de Seguridad del contenido de las conversaciones que mantuvo en Myanmar y reconoció que no sabe si el Gobierno militar accederá a su petición de liberar a los detenidos durante las protestas.

El régimen del general Than Shwe reprendió las manifestaciones a palos y disparos, detuvo a 6.000 personas y mató a otras 200, según la disidencia (la cifra oficial es de 16 muertos). Gambari advirtió a la junta que antes de dialogar con la disidencia tendrá que liberar a los miles de presos que permanecen encerrados en las cárceles del régimen.

La posibilidad de que la líder de la oposición y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, se entreviste con el jefe de la junta -como propuso él mismo- es bastante lejana porque Than ha puesto condiciones: que Suu Kyi abandone su actitud de confrontación y que cese sus llamamientos a la comunidad internacional para que imponga sanciones a Myanmar.

En Mae Sot, ciudad tailandesa en la frontera con Myanmar, los birmanos exiliados recibieron la oferta del general con grandes dosis de escepticismo. "Nuestro futuro pasa por la democracia. Nada nos hará abandonar esa idea. De qué sirve hablar si tu Gobierno te exige para ello que dejes de protestar", aseguró ayer Bo Kyi, ex prisionero en Yangon (antigua capital del país, antes llamada Rangún) por motivos políticos. "No creo que ella acepte", añadió.

Y parece que será así. Al menos, la Liga Nacional por la Democracia, el partido que lidera Aung San Suu Kyi, rechazó ayer a través de un portavoz las imposiciones del régimen. Pese a haber liberado a unas 2.000 personas, según la ONU, los activistas aseguran que otras son detenidas cada noche de acuerdo con una lista negra del régimen.

Una anciana birmana pide limosna a un conductor en las calles de Yangon.
Una anciana birmana pide limosna a un conductor en las calles de Yangon.EFE

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