Los radicales sacan a la calle a 1.000 personas en dos protestas

Unas 1.000 personas respondieron a la convocatoria de la izquierda abertzale y se manifestaron ayer por la tarde en Bilbao y San Sebastián, sin que se produjeran incidentes, para protestar por las 23 detenciones de la cúpula de Batasuna.

En Bilbao se concentraron varios cientos de personas a las siete y media de la tarde frente a la sede del PSE-EE. La marcha concluyó 45 minutos después. Durante el recorrido lanzaron gritos de apoyo a Batasuna, reclamaron la excarcelación de los integrantes de su Mesa Nacional y pidieron la amnistía para los presos de ETA. También afirmaron que "el pueblo no perdonará" estos arrestos y proclamaron que "la lucha es el único camino".

El histórico militante de la izquierda abertzale Tasio Erkizia proclamó que el camino hacia la independencia no es fácil y animó a los asistentes a seguir adelante como hicieron hace 12 años cuando la Mesa Nacional de Herri Batasuna fue detenida. Además, Erkizia convocó a una nueva manifestación en Bilbao hoy.

En San Sebastián, unas 300 personas participaron en una manifestación que recorrió las calles principales y finalizó frente a la sede del PSE-EE, sin que se produjeran incidentes. Los participantes en la protesta permanecieron unos minutos concentrados en el lugar y se dispersaron, tras entonar el Eusko Gudariak (himno al soldado vasco).

"Castigo y venganza"

Por parte de Batasuna, la reacción a las detenciones llegó por boca del dirigente Pernando Barrena, una de las pocas caras visibles de esta formación que quedan libres tras la operación de ayer. Barrena afirmó que se trata de una "operación de castigo" y una "venganza" del PSOE por la estrategia mantenida por la izquierda abertzale durante lo que llamó el "proceso negociador" entre el Gobierno y la banda terrorista ETA.

Barrena compareció frente a la entrada de la cárcel de Martutene (San Sebastián) minutos antes de la visita que líderes del Sinn Fein norirlandés realizaron al líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, en prisión desde el pasado 8 de julio por un delito de enaltecimiento del terrorismo. La comitiva accedió al penal acompañados por Jone Goirizelaia, la abogada de Otegi, mientras en el exterior, un centenar de simpatizantes de Batasuna, entre ellos Rafa Díez Usabiaga, máximo dirigente del sindicato LAB, profirieron gritos a favor de la independencia y contra las detenciones.

"Es la venganza del Partido Socialista, de Zapatero y Rubalcaba, que quieren hacer pagar a la izquierda abertzale la postura mantenida en la negociación política", manifestó Barrena. En su opinión, las detenciones son "acciones de castigo con las que el PSOE quiere demostrar que es todavía más salvaje que el PP a la hora de vulnerar derechos políticos y civiles de los vascos en una situación preelectoral".