La voz de la gente corriente
El periodista de la cadena SER Carlos Llamas muere en Madrid a los 52 años tras una dura lucha contra el cáncer
Durante 15 años fue la voz de Hora 25, una voz cargada de lucidez, rigor e ironía. Carlos Llamas, conductor del informativo de noche de la cadena SER, falleció ayer después de una dura batalla de 13 meses contra el cáncer. Lo contó él mismo a sus oyentes el pasado mes de mayo. Confesó en ese reencuentro que después de ocho meses alejado del micrófono sentía los nervios propios de un debutante. Aquella noche, Charly -como era conocido por todos- fue recibido como un héroe en la sede de Gran Vía. El estudio estaba a rebosar. Todos los colaboradores de Hora 25 se acercaron a recibirle y al terminar su programa se coló en el de José Ramón de la Morena para explicar la "mala pinta" que tenía su enfermedad.
Dirigió durante 15 años, con rigor e ironía, el informativo de radio 'Hora 25'
Siempre fue fiel al Atlético de Madrid y a su barrio madrileño de Canillejas
Fue un reencuentro efímero. Pocas semanas después llegó la recaída y de nuevo el alejamiento de sus oyentes. Nacido hace 52 años en Muelas de los Caballeros (Zamora), Llamas comenzó su carrera en el gabinete de estudios de la SER y en 1979 se incorporó al programa Caja redonda. En 1983 pasó a Radio EL PAÍS y cinco años después entró en los servicios informativos. En 1989 sustituyó a Teresa Aranda en la dirección de Hora 14 y en 1992 se hizo cargo de Hora 25, el informativo de referencia de la radio española y líder indiscutible con más de un millón de oyentes. Algunos de ellos se acercaron al tanatorio madrileño de la M-30 para darle el último adiós. Otros entraban en antena para exclamar que "El Llamas, jamás se apagará". La noticia la había anunciado Carles Francino en el boletín de las ocho.
Comenzaba a llover cuando oyentes anónimos llegaban a su capilla ardiente. A ellos se unieron taxistas, vecinos del barrio de Canillejas, donde creció y vivió, aficionados del Atlético de Madrid -su equipo-, compañeros, políticos y representantes de la cultura. Los Reyes enviaron un telegrama de pésame a la familia, mientras que el presidente del Gobierno, expresaba su sentimiento de "dolor y vacío" por la muerte de un periodista, a quien José Luis Rodríguez Zapatero definió como "un hombre libre". Ha sido la "voz nocturna, intensa e inconfundible", agregó.
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, se acercó al mediodía a la capilla ardiente, donde destacó la labor de Llamas en "la construcción de una opinión pública libre". "Era un magnífico profesional y una extraordinaria persona", dijo. El ministro de Economía, Pedro Solbes quiso también recordar a "un gran profesional que ha contribuido al debate político", y dijo que la sociedad pierde "una voz muy útil para todos". En la misma línea se pronunció el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, al elogiar el trabajo de Llamas a favor de "las libertades de nuestro país". El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba le definió en la SER como "irónico, brillante e independiente"
A la salida de la capilla ardiente, el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, se declaró amigo íntimo del periodista, "un hombre bueno, libre y progresista que no tuvo miedo a decir la verdad", y cuyo fallecimiento "deja un hueco para la memoria".
También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tuvo palabras para el periodista al que definió como un "magnífico comunicador" y una "extraordinaria persona". Aguirre, que sabía de la gravedad de su enfermedad, visitó a Llamas varias veces en el hospital.
Las muestras de dolor se reflejaban ayer especialmente en los rostros de sus compañeros de la SER y de PRISA. Ignacio Polanco, presidente del grupo de comunicación editor de EL PAÍS, expresó un sentimiento repetido de manera unánime al lamentar la pérdida de "un profesional que ha luchado muchísimo".
"En tiempos políticos agitados sabía controlar las emociones y tenía bien sujeto el timón a la hora de lanzar los mensajes de fondo, siempre con rigor", dijo José María Brunet, comentarista de Hora 25. "Era una estrella de la radio. Y tenía una virtud. No actuaba como una estrella", agregó Antonio García Ferreras, director de La Sexta y ex director de la SER. "Siempre decía la verdad, llamaba al pan pan y al vino vino", dijo el secretario general de UGT, Cándido Méndez, que le recordó como una "voz comprometida con los intereses de la gente corriente".
Llamas acudió hace pocas semanas al concierto que Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ofrecieron en el abarrotado Palacio de Deportes de Madrid. Fue su última salida. Hoy será enterrado en Muelas de Caballero, cuyo alcalde ha decretado tres días de luto.
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