Los sindicatos rechazan la oferta final y abocan a Sanidad al conflicto

Los peores presagios se cumplieron al final y el acuerdo resultó imposible en la reunión que celebraron ayer sindicatos y Osakidetza. Pese a que Sanidad mejoró su anterior propuesta para poder firmar el acuerdo de condiciones laborales del periodo 2007-09, las centrales la rechazaron de plano al entender que no sirve para arreglar los males de fondo que aquejan al sistema sanitario, abocado a un nuevo conflicto.

Los tambores de guerra vuelven a sonar con fuerza en Osakidetza, después que el conflicto laboral permaneciese más o menos larvado durante los últimos meses. A excepción de los paros protagonizados por los médicos en junio pasado, una especie de calma tensa se había instalado entre los trabajadores de la red pública a la espera de la negociación del nuevo convenio. Esa calma saltó ayer por los aires cuando las centrales rechazaron de manera tajante la última oferta planteada por Osakidetza y anunciaron concentraciones de protesta ante todos los centros sanitarios para el próximo 17 de octubre.

Se trata de la primera medida de fuerza de un otoño que se espera "caliente", según los sindicatos. La reunión de la mesa sectorial (la quinta desde junio) sólo sirvió para constatar la distancia que separa a ambas partes. Osakidetza presentó ante los sindicatos su "mejor oferta" para lograr el acuerdo, con unos aumentos salariales globales de entre el 12% y el 18% este año para la totalidad de los trabajadores (unos 24.000) y la puesta en marcha de la carrera profesional para todos los colectivos.

"Inmovilismo"

Las centrales argumentan que en el caso de los médicos el porcentaje de subida puede llegar a ser el triple, con el efecto discriminatorio que ello supone. El acuerdo suscrito previamente entre Osakidetza y el Sindicato Médico de Euskadi (SME) para mejorar las condiciones de los facultativos está en la base del desacuerdo. Ese pacto ha sublevado al resto de sindicatos, que no admiten que se les trate de imponer como un acuerdo de la mesa sectorial cuando se ha fraguado de manera bilateral y supone un agravio para el resto de empleados por las condiciones que se dan a los médicos y no a los demás.

Además, las centrales aducen que Osakidetza no habla del rejuvenecimiento de las plantillas, la sobrecarga de trabajo ni la definición de los puestos de trabajo, que debe determinar el incremento de plantilla preciso y el complemento específico para cada plaza. El Servicio Vasco de Salud ha emplazado a los sindicatos a una nueva reunión el próximo miércoles, pero advierte de que será la última y que su posición ya está fijada.

El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, criticó la postura "inmovilista" de los sindicatos y señaló que se han aportado "más de 47 millones de euros" para llegar a acuerdos.