El gran descifrador del espacio

Pablo Palazuelo, considerado el gran descifrador del espacio y uno de los grandes representantes de la abstracción geométrica, falleció ayer en su domicilio de Galapagar (Madrid). Sus restos serán incinerados hoy en el cementerio municipal a las 13.00. El próximo sábado habría cumplido 91 años.

Antonio López: "Ha muerto con una vida absolutamente cumplida"

Luis Gordillo: "Fue el pintor de la geometría, entendida ésta como metafísica"

Artista fundamental en la historia más reciente del arte español, la muerte le sobrevino mientras descansaba. Hasta hace cuatro días, sus horas habían transcurrido dibujando y ensayando nuevas formas. Coherente hasta el último momento, la vida de Palazuelo ha estado dedicada totalmente al arte. Las modas, el mercado, el mundo de las galerías han sido ajenas a su trayectoria. Aun así, su arte ha convivido con el respeto y el reconocimiento de sus compañeros y el de las instituciones, como lo prueban el Premio Nacional de Artes Plásticas, que recibió en 1999, y el Velázquez, en 2004.

Nacido en Madrid en 1916, su interés por el mundo artístico nació en Inglaterra, país en el que vivió entre 1933 y 1936 y donde entró rápidamente en contacto con los primeros creadores de la abstracción geométrica. A mediados de la década de los cuarenta, se instaló en París, becado por el Gobierno francés. En la capital francesa contactó con otros artistas españoles como Eusebio Sempere y Eduardo Chillida, con los que mantendría una estrecha relación a lo largo de toda su vida. A finales de los sesenta, el artista madrileño se instala definitivamente en España y trabaja incansablemente. La abstracción geométrica y su peculiar manejo del color serán las constantes que marcarán toda su obra.

Pese a lo avanzado de su edad, su muerte causó ayer una gran sorpresa en el mundo artístico. El pintor Antonio López, ganador también del Premio Velázquez, declaró a Efe que, en su opinión, acababa de morir el artista español más importante. Y añadió que el pasado verano había estado con él para tomarle medidas y fotos para un trabajo que preparaba sobre el rostro de Palazuelo. "Ha muerto con una vida absolutamente cumplida. Era un artista admirado por todos, ejemplar en su comportamiento y en la búsqueda de una obra sin fallos, auténtica y honesta", concluyó el artista de Tomelloso.

Su bondad como persona y su grandeza artística fueron alabadas ayer por muchos de sus colegas, como Rafael Canogar o Luis Gordillo, último premio Velázquez. Gordillo señaló a Efe que "Palazuelo pertenecía al grupo de los grandes junto con Chillida y Tàpies, y fue el pintor de la geometría, entendida ésta como metafísica". "Para Palazuelo, pintar un cuadro era como hacer una catedral; se tomaba su tiempo, pintaba pocos cuadros, que eran de una enorme complejidad", subrayó.

Los Reyes y los Príncipes de Asturias enviaron ayer telegramas de pésame a la familia del artista. El ministro de Cultura, César Antonio Molina, consideró la desaparición de Palazuelo como "una gran pérdida para el mundo de la cultura", y lo definió como "una de las figuras fundamentales del arte abstracto de la segunda mitad del siglo XX".

El artista Darío Villalba destacó también su trabajo solitario y la "continua palpitación" de sus cuadros en nuestra memoria.

Su galerista española, Soledad Lorenzo, declaró a Europa Press que Palazuelo era "un artista indiscutido por todas las generaciones. Todos le respetaban y admiraban, lo que es bastante difícil". La galerista Elvira González, la primera que expuso la obra de Palazuelo y amiga íntima del artista, destacó la universalidad de su obra, y la su sencillez y generosidad del artista.