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El conflicto de Irak

Un informe del Congreso denuncia el proceder de los mercenarios de Blackwater

Yolanda Monge

Los empleados de Blackwater en Irak son de gatillo fácil, imprudentes e indiferentes a las vidas de los iraquíes, y en la mayoría de las ocasiones han realizado sus ataques desde coches en marcha sin ni siquiera pararse para contar los muertos o informar de los heridos, según un informe del Congreso de Estados Unidos. Un día después de que se hiciera público, un comité de la Cámara investigaba ayer si el Departamento de Estado ha actuado como encubridor de actividades delictivas e incluso criminales.

En al menos dos ocasiones, la empresa de seguridad pagó a familiares de víctimas y trató de encubrir otros episodios. En el informe se asegura que funcionarios del Departamento de Estado aprobaron pagos con el objetivo de silenciar los tiroteos.

Dispararon primero en el 80% de los tiroteos en los que se vieron implicados en 2005
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Especialmente escandalosa es la velocidad con la que fue sacado de Irak a finales de 2006, en menos de 36 horas, uno de los empleados de Blackwater después de que, borracho, matara a un guardaespaldas de uno de los dos vicepresidentes iraquíes. Blackwater compensó a la familia del guardaespaldas con 15.000 dólares (unos 10.600 euros).

El presidente de la compañía, Erik Prince, defendía ayer ante el Congreso su labor. Los congresistas analizaron el incidente del 16 de septiembre en Bagdad, en el que murieron 11 civiles iraquíes a manos de empleados de esta empresa basada en Carolina del Norte. Prince dijo que las acusaciones eran "alegaciones negativas y sin fundamento". Según su versión, los contratistas respondieron aquel día a un ataque con fusiles AK-47 después de que un terrorista suicida detonara un coche bomba. "Los medios han decidido que Blackwater es culpable", añadió. Para el máximo responsable de la empresa de seguridad privada, la labor de su compañía ha sido un éxito: "Ningún individuo protegido por Blackwater ha resultado herido o ha sido asesinado". Entre los clientes se encuentran miembros del Gobierno y del Congreso de EE UU.

Después de la muerte de los 11 civiles en Bagdad, el Gobierno iraquí exigió la salida del país de esta empresa. El FBI anunció el lunes que enviará agentes a investigar el incidente. Sólo entre 2004 y 2006, el Departamento de Estado ha pagado 832 millones de dólares por los servicios de Blackwater.

Los empleados de esta empresa de seguridad actúan, según el informe del Congreso, como cowboys. "¿Estamos pagando mucho por recibir poco?", se preguntaba el lunes el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, Henry Waxman. Este político demócrata difundió el informe, en el que se detalla cómo los mercenarios de Blackwater han empleado la fuerza contra civiles en numerosas ocasiones. Los empleados de Blackwater se han visto envueltos en 195 tiroteos desde 2005.

Según este informe, el 80% de las veces los contratistas dispararon primero. El contrato con el Departamento de Estado asegura que sólo pueden abrir fuego "si se encuentran en peligro inminente y grave". La empresa también ha tomado medidas y ha investigado a sus empleados. En los últimos tres años ha habido 122 despidos, sobre todo por asuntos relacionados con alcohol y drogas. Unos 1.000 mercenarios a sueldo de Blackwater imponen su ley hoy día en Irak.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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