El Rey presidirá el Consejo de Defensa por vez primera en vísperas del 12-0
El Gobierno pone en marcha el órgano que evidencia el liderazgo militar de don Juan Carlos
El Rey presidirá por vez primera el Consejo de Defensa Nacional, máximo órgano asesor y consultivo del presidente del Gobierno en materia de defensa, el próximo 10 de octubre, 48 horas antes de la celebración de la Fiesta Nacional, que el PP quiere capitalizar mediante una movilización de sus simpatizantes. La creación de este órgano está prevista en la Ley Orgánica de Defensa Nacional, en vigor desde noviembre de 2005, pero pendiente de un decreto que se aprobará el viernes. La Junta de Defensa Nacional, antecesora del Consejo, se reunió por última vez en 2002.
La Constitución atribuye al Rey el "Mando Supremo de las Fuerzas Armadas". Sin embargo, más allá de su rango de único capitán general de los tres ejércitos, se trata de una función vacía de contenido -como no podía ser de otra manera en una Monarquía parlamentaria-, pues es al presidente del Gobierno a quien corresponde dirigir la política de defensa y la actuación de las Fuerzas Armadas.
Una de las escasas ocasiones en que se visualiza el liderazgo simbólico del Rey es la presidencia del Consejo de Defensa Nacional, equivalente al Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Se trata de un órgano asesor del presidente al que corresponde, entre otras funciones, la de asistirle "en la dirección de conflictos armados y en la gestión de situaciones de crisis que afecten a la defensa", así como la de "informar sobre las grandes directrices de la política de defensa".
El Consejo, según el decreto que está previsto aprobar el próximo viernes, podrá reunirse bajo la presidencia del jefe del Gobierno, pero también, "al menos una vez al año", bajo la presidencia del Rey, con el objetivo de informarle.
La primera de estas reuniones, que será a la vez la solemne sesión constitutiva del propio consejo, se celebrará el próximo día 10 en el Palacio de la Zarzuela y está previsto que a la misma asista también el Príncipe de Asturias.
Aunque se trata de un acto de carácter formal, adquiere un fuerte significado en un momento en que la figura del Rey se ha cuestionado desde sectores minoritarios del nacionalismo catalán y también desde la ultraderecha política y mediática.
Precisamente uno de los elementos que se ha utilizado para atizar la polémica ha sido una enmienda a la Ley de la Carrera Militar presentada en el Senado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que propone despojar al Rey de su condición de Mando Supremo de las Fuerzas Armadas en favor del presidente del Gobierno.
Se da la paradoja de que el Consejo de Defensa va a constituirse en base a la ley Orgánica de la Defensa Nacional, que fue aprobada gracias al voto de ERC y sin apoyo del PP.
La ley está en vigor desde noviembre de 2005, pero el Consejo no se ha constituido en casi dos años con el argumento de que faltaba el decreto que regula su funcionamiento. Dicho decreto se remitió antes del verano al Consejo de Estado y está previsto que el Gobierno lo apruebe el próximo viernes.
Sin embargo, el Consejo podía haberse reunido antes, por aplicación directa de la ley, y también después, ya que el decreto prevé un plazo de tres meses para ponerlo en marcha. El Gobierno ha querido que se cree precisamente ahora.
Lo cierto es que se trata de un órgano de composición anómala en el ordenamiento español pues, cuando se reúne en pleno bajo la presidencia del Rey, se sientan en torno a la misma mesa no sólo el jefe del Gobierno, los vicepresidentes y los ministros de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores, sino también los miembros de la cúpula militar y el director del servicio secreto CNI, entre otros.
Tal vez por eso, no sólo no se había reunido hasta ahora el Consejo de Defensa, sino que tampoco lo hizo la Junta de Defensa Nacional, antecesora del mismo, durante el primer año y medio de mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque seguía formalmente en vigor.
Tampoco el PP mostró especial interés por plasmar gráficamente el papel del Rey. La última vez que se reunió la Junta de Defensa Nacional fue en enero de 2002, con Federico Trillo-Figueroa como ministro. Ni la crisis de Perejil con Marruecos, ni la guerra de Irak fueron motivo suficiente para convocarlo.
Aunque aún no hay un orden del día cerrado para la reunión del Consejo, los presupuestos de Defensa, el Objetivo de Capacidades Militares -que el Gobierno también prevé aprobar el viernes- y las misiones en Líbano y Afganistán formarán parte del mismo.
Fiesta Nacional de todos
El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, recordó ayer que el desfile del 12 de octubre, que como cada año tendrá su eje central en la Plaza de Colón de Madrid bajo la presidencia de los Reyes, será un acto institucional que mostrará "la idea de España como un proyecto de todos los españoles, sin ningún tipo de discriminación". Alonso salió así al paso de la campaña del Partido Popular, que ha llamado a sus militantes a movilizarse el día 12 y acudir al desfile bajo el lema Somos España.
El llamamiento del PP supone un factor de preocupación añadido, ya que en los dos últimos años se han producido abucheos y silbidos a la llegada y partida del presidente José Luis Rodríguez Zapatero desde algunas tribunas del público, ocupadas en teoría por familiares de militares.El leitmotiv del desfile será, en todo caso, la misión de Naciones Unidas en Líbano, donde murieron seis soldados españoles en junio pasado. Por eso desfilarán abanderados de los países que aportan tropas a la operación, entre los que figuran Italia y Francia, pero no EE UU. También sobrevolará Madrid un avión de alerta temprana (AWACS) de la OTAN, cuya unidad celebra este año su aniversario.
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