La banca reconoce el endurecimiento de las condiciones del crédito
"Parece difícil evitar una desaceleración del crecimiento global y un endurecimiento de las condiciones crediticias" como consecuencia de la crisis desatada por las hipotecas basura en Estados Unidos, aseguró ayer con cierta resignación la Asociación Española de Banca (AEB) en la presentación del Informe Económico Financiero de septiembre.
Aunque subraya el impacto "limitado" de la crisis, el estudio admite que la economía española y el propio sector financiero no son inmunes a un deterioro del entorno exterior, particularmente en la zona euro.
A mediados del pasado septiembre, la patronal española fue incapaz de consensuar entre sus miembros una declaración que destacara la solvencia del sector financiero español, en un episodio que puso de manifiesto las tensiones larvadas entre los grandes bancos españoles.
Pero ayer, la AEB puso toda la sordina posible a los eventuales efectos de la crisis sobre la banca española. Para la patronal, las turbulencias financieras internacionales se han producido en un momento de fuerte crecimiento. Y con un sector bancario "diversificado, con dimensión internacional, saneado y eficiente para hacer frente a este nuevo entorno".
A pesar de que los problemas empiezan a incidir en los resultados de varios bancos europeos, la AEB añade que a más largo plazo los efectos de la crisis pueden incluso ser positivos "si se depuran los vicios que han originado las turbulencias". Y subraya que los niveles de solvencia y rentabilidad de las entidades españolas son "especialmente satisfactorios", así como las elevadas provisiones y una tasa de morosidad que, a pesar de los últimos repuntes, sigue situada en "mínimos históricos".
Consecuencias negativas
Pero la AEB tampoco esconde algunas de las consecuencias que afectan directamente el día a día de las instituciones bancarias españolas y europeas. La súbita falta de liquidez originada por la paralización de las operaciones en el mercado interbancario -los préstamos que se hacen los bancos entre sí para obtener efectivo- ha derivado en "una elevación de las primas de riesgo, una subida de los tipos de interés, la caída de las cotizaciones bursátiles y, en general, una mayor volatilidad e incertidumbre".
En definitiva, el informe prevé un escenario marcado por "una desaceleración del volumen de negocio y de la demanda de crédito". Además, el sector deberá afrontar "una liquidez menos abundante y un encarecimiento de las operaciones tanto de activo como de pasivo". Es decir, créditos más caros, pero también depósitos a tipos de interés más altos.
La AEB se alinea en el informe con el Banco de España respecto a la política presupuestaria del Gobierno, con el objetivo de evitar "desviaciones de gasto" que acaben con el superávit, y califica la actuación del sector público como "relativamente expansiva" en lo que va de año.
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