Zapatero garantiza 2.000 millones en los Presupuestos y los plazos del AVE

Galicia contará con 2.000 millones de euros en los Presupuestos del Estado para el próximo año. La cifra, anunciada por varios dirigentes socialistas y nacionalistas durante las últimas semanas, fue apuntalada ayer por el presidente del Gobierno en la Festa do Campo que el sindicato Unións Agrarias celebró en Silleda. José Luis Rodríguez Zapatero también se comprometió a respetar los plazos de la llegada del tren de Alta Velocidad y las autovías. Aunque eludió detallar fechas concretas, el Jefe del Ejecutivo aseguró que "Galicia no va a perder el tren como lo había perdido tantas veces".

El Jefe del Ejecutivo no se metió a concretar meses ni años para la llegada del tren de Alta Velocidad a Galicia o la finalización de las autovías interiores, pero se comprometió a respetar los plazos previstos y a conseguir que la comunidad "no vuelva a perder el tren" como lo ha hecho tantas veces. Zapatero recordó que sólo durante el año próximo se invertirán 1.500 millones en infraestructuras para Galicia. La partida representa un 75% de la inversión global del Estado en la comunidad durante 2008, que Zapatero cifró ayer en 2.000 millones de euros.

Lo hizo respondiendo al guante que le había lanzado minutos antes desde la tribuna del pabellón central de la Semana Verde de Silleda, Emilio Pérez Touriño. El presidente de la Xunta se había mostrado seguro de que los Presupuestos Generales del Estado serían históricos y alcanzarían los 2.000 millones.

Esa cifra le sirvió a Zapatero para recordar que el Ejecutivo que preside triplica la inversión media en Galicia proyectada por el Gobierno del PP de José María Aznar. El Jefe del Ejecutivo insistió en que el Estado gasta un 8% cuando la población gallega es el 6,6% del total de España y citó además los "excelentes" índices económicos de Galicia que la convierten en "la comunidad que más crece del país".

Pero más aplaudido que la cifra de los Presupuestos, apuntada estas últimas semanas por varios dirigentes gallegos, fue el segundo anuncio del presidente dedicado al público que asistía a la fiesta sectorial. Con gesto solemne, Zapatero avanzó que el viernes quedará abolido el certificado veterinario, una tasa que los ganaderos españoles debían abonar, y que lastraba su competitividad frente a sus rivales comunitarios. El presidente del Gobierno adelantó que el Consejo de Ministros "acabará con una carga inútil" para los ganaderos y eliminará la desigualdad que el canon ha representado durante los últimos años para las exportaciones españolas. Zapatero lamentó además que la exigencia del certificado, programada por el anterior Ejecutivo del PP, supone culpar del mal de las vacas locas a los ganaderos, que fueron "sus principales víctimas".

La promesa desencadenó la mayor ovación de la mañana. En un acto con tintes claramente electoralistas, el presidente esgrimió la Ley de Desarrollo Rural, que también el viernes será aprobada definitivamente para "equiparar en prestaciones al medio rural y al urbano".

Antes, el presidente de la Xunta había prometido un "contrato social" por el que más de 7.500 explotaciones agropecuarias recibirán una ayuda anual media de 3.200 euros para "contribuir a la renovación y a la mejora de las granjas con criterios de sostenibilidad". Touriño apuntó medidas como el Banco de Terras, o la creación del Consello Agrario Galego para refrendar el compromiso de la Xunta con el campo gallego. El Jefe del Ejecutivo autónomo se felicitó por haber revertido la tendencia de pérdida de población del rural y recordó que durante los últimos dos años más de 1.600 jóvenes se han incorporados a trabajar en explotaciones agrarias.

El anfitrión del acto, Roberto García, secretario general de Unións Agrarias, agradeció la colaboración de los dos ejecutivos de Santiago y Madrid, con los que "resulta muy fácil entenderse", pero reivindicó a los gobiernos que paguen "el trabajo que le hicimos en el campo, la labor de limpieza de los montes, de los ríos y el compromiso con el medioambiente porque el Gobierno sabe que es más caro pagar brigadas". El sindicalista apremió a la Consellería de Manuel Vázquez para que legalice la actividad de las granjas y evite que los ganaderos estén a expensas de que "un urbanita pueda denunciar el olor a purines". Reclamó también mejor transporte para el rural con el objetivo de compatibilizar el trabajo en la ciudad y la vida en el campo.

Roberto García reivindicó un precio digno para los dueños de los terrenos donde se instalan parques eólicos y recomendó al bipartito una negociación para conjugar los intereses de las Zonas de Especial Protección para las Aves y los de las granjas de agricultores y ganaderos. El secretario general del sindicato recordó que el rural suma tanta población como los siete grandes ayuntamientos y representa un tercio de los habitantes de Galicia.