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Las universidades reclaman a la Xunta el 1% del PIB en inversión

El rector de Santiago pide "sentido común" en la Cidade da Cultura

Antes de sumergirse en la ceremonia de inicio del curso universitario, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, inauguró ayer en el campus sur compostelano un monumento en memoria de los profesores represaliados de la Universidade de Santiago (USC) durante la Guerra Civil. Ya en el acto inaugural, el rector de la USC, Senén Barro, reclamó para las tres universidades gallegas una inversión en financiación similar al 1% del PIB.

La inauguración del curso universitario de los tres campus gallegos se celebró ayer en el rectorado de la más antigua de las tres, la de Santiago de Compostela. El Salón Noble del rectorado universitario, al pie del Obradoiro, acogió a profesores y catedráticos vestidos de toga y birrete o con serio traje oscuro.

El acto, largo y protocolario, comenzó con dos golpes de vara en el suelo y los brillos y colores de los profesores que voluntariamente decidieron togarse ocupando sus asientos. El protocolo guió también la entrada al salón, por lo que el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, fue el último en sentarse. Entre los asistentes, ex presidentes de la Xunta, ex rectores de universidad, vicepresidente, conselleiros, alcalde y presidente de la Diputación de Lugo, Valedor do Pobo e, incluso, mandos militares y el arzobispo de Santiago. Estudiantes, cero. La antigüedad de la Universidad santiaguesa quedó patente en la maza con lo que se declara abierto el curso: un metro de largo, plata dorada, con escudos y figuras mitológicas aladas, del siglo XVII. Barroca, como el acto.

La Física llegó al Salón en el discurso del catedrático Vicente Pérez Villar, que trató de simplificar teorías para interesar a las mentes más acostumbradas a las letras pero una mariposa inquieta que sobrevolaba el Salón le robó la atención de algunos de los presentes.

El rector de la Universidade de Santiago de Compostela, Senén Barro, rescató a la ceremonia de hundirse bajo la pompa y el boato intemporal y la acercó al presente pronunciando: "Cidade da Cultura". Barro demandó "sentido común" para el proyecto del monte Gaiás. "Parece que estamos obsesionados por encontrar una solución sin discusión, sin alternativa y de por vida para la Cidade da Cultura y esto parece atenazar a quien tiene que tomar decisiones sin demasiadas dilaciones", argumentó. El rector de la USC defendió que "poner en valor el proyecto es revalorizarnos como país" y que "debemos crear una auténtica Cidade das Culturas e do Coñecemento". Senén Barro recordó a Touriño su repetido compromiso de asignar una inversión similar al 1% del Producto Interior Bruto (PIB) gallego en la financiación universitaria y reclamó que lo haga "antes del final de la actual legislatura". El presidente de la Xunta respondió que mantenía el objetivo de dedicar el 1% del PIB "a investigación y universidades" y la intención de "transformar la Cidade da Cultura en un proyecto decisivo" para Galicia.

Tras los discursos, el coro universitario interpretó el himno universitario por excelencia, Gaudeamus Igitur, y Touriño pronunció el "Declaro inaugurado el curso universitario", que muchos deseaban ya oír. Dos toques de vara en el suelo remataron la ceremonia, los profesores recogieron sus togas y se dirigieron raudos a las mesas del patio de Fonseca en las que esperaban los pinchos.

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