Las instituciones logran un consenso mínimo para ampliar el aeropuerto guipuzcoano

Las instituciones vascas no lograron ayer un pacto unánime, pero sí alcanzaron un consenso suficiente para abrir la puerta a la ampliación de la pista del aeropuerto de Hondarribia. El Gobierno autónomo, la Diputación de Guipúzcoa, el Ayuntamiento donostiarra y la Cámara de Comercio acordaron pedir a los diputados guipuzcoanos que presenten en el Congreso una proposición para instar al Ministerio de Fomento a modificar el actual plan director del aeródromo, que prevé acortar la pista. Los consistorios de Irún y Hondarribia no firmaron el documento.

Tras dos años de discusiones sin conseguir llegar a ningún acuerdo concreto, las instituciones vascas se han visto obligadas a ponerse las pilas. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), el ente gestor de los aeródromos en España, ha sacado a concurso las obras para dotar a la pista del aeropuerto de Hondarribia de las franjas de seguridad que exige la Organización Internacional de Aviación Civil. Dichas franjas están fijadas en este caso en 300 metros, que se restarían de los 1.754 que mide la pista actual.

Estos trabajos son los previstos en el plan director diseñado por el Ejecutivo central, que refleja la voluntad del Congreso, que en 2004, con el voto en contra del PP, rechazó la ampliación de la pista. Esa medida había sido propuesta por el anterior Gobierno central, que planteaba sumar 600 metros a la banda de rodadura, pero encontró el rechazo tanto de los vecinos como de las instituciones vascas por sus afecciones ambientales y urbanísticas.

Una vez que el actual Gobierno socialista modificó el plan director, las posiciones de algunas instituciones vascas empezaron a cambiar, ya que la aplicación de las franjas de seguridad supone en la práctica acortar la pista. El debate entre ellas se ha ido alargando sin que tomasen una decisión conjunta y AENA ha licitado las obras para habilitar las zonas de seguridad. Las instituciones se han dado entonces cuenta de que es urgente un acuerdo. De hecho, AENA, dependiente de Fomento, les ha dicho que el futuro del aeropuerto se halla en sus manos.

Ante esta situación, la sociedad pública Ortzibia, creada para impulsar el aeropuerto e integrada por el Gobierno vasco, la Diputación, los ayuntamientos de San Sebastián, Irún y Hondarribia y la Cámara de Guipúzcoa, se reunieron ayer para tratar de alcanzar un consenso.

Ello fue posible sólo a medias. Los dos municipios más directamente afectados por la posible ampliación de la pista no quisieron, al menos de momento, rubricar el documento, que sí apoyaron las otras cuatro instituciones. Los firmantes solicitan a Fomento "una moratoria" de las obras de seguridad "hasta que se pueda llevar a cabo la modificación del actual plan director".

En ese sentido, piden a los diputados guipuzcoanos que presenten la correspondiente proposición no de ley para instar a Fomento a modificar el plan, de manera que incluya la ampliación de la pista en 300 metros y se pueda mantener "la operatividad actual" del aeropuerto. Así consta en el documento que leyó tras la reunión la presidenta de Ortzibia y diputada foral de Movilidad, Arantxa Tapia, del PNV, quien apuntó que, pese a que Irún y Hondarribia no se han sumado al texto, socialistas, PNV y EAtendrían mayoría suficiente en la Cámara.

El consistorio de Irún, en manos del PSE, condiciona un futuro apoyo a que Aviación Civil apruebe el plan de vivienda que tiene previsto en la zona de San Miguel-Anaka. Hondarribia, en manos del PNV, quiere conocer en detalle el coste económico de las afecciones sobre el barrio de Mendelu, hacia donde en principio se alargaría la pista y donde habría que derribar empresas y viviendas. El resto de las instituciones se han comprometido a trabajar ambas cuestiones.

Los firmantes agregan que el futuro de la instalación no se ciñe a su pista. Por eso, piden a AENA otras inversiones que permitan su modernización, como sistemas de ayuda a la navegación o mayores áreas de espera. Y destacan la importancia de que España y Francia renegocien el "restrictivo" acuerdo para utilizar el espacio aéreo francés sobre Hendaya.