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Entrevista:SEIN WIN | La 'revolución azafrán'

"China no usa su enorme influencia sobre la junta militar"

El líder opositor birmano Sein Win, primer ministro del Gobierno de la Unión de Myanmar en el exilio, considera que China tiene una influencia decisiva sobre la junta militar del general Than Shwe, pero denuncia que las autoridades de Pekín, principales compradores del gas natural que produce el país, no hacen nada para impedir los desmanes de los militares. Sein Win, primo de Aung San Suu Kyi, la premio Nobel de la Paz en arresto domiciliario desde 2003, fue designado primer ministro tras la victoria en 1990 de la Liga Nacional para la Democracia de Suu Kyi, en unas elecciones libres autorizadas por los militares, pero cuyos resultados se negaron a aceptar.

Pregunta. La reciente historia de Myanmar (Birmania) se parece a una pesadilla. ¿Tiene usted alguna explicación para el hecho de que el Ejército sea tan poderoso y haya conseguido mantenerse en el poder durante tanto tiempo?

"Las compañías occidentales deben abandonar el país. Se benefician de mano de obra forzada"
"Me preocupa la represión de la junta militar. Los próximos días pueden ser sangrientos"

Respuesta. En otros países los Ejércitos dan golpes de Estado, pero van y vienen, no se quedan de forma permanente. Pero el general Ne Win, tras el golpe de 1962, aisló el país y estableció una especie de dinastía. Los generales no piensan en dejar el poder, sólo piensan en cómo mantenerse.

P. En una región del planeta en la que hay un importante dinamismo económico, Birmania se ha quedado atrás. ¿Por qué los militares no han sido capaces, al menos, de proporcionar un cierto bienestar?

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R. Birmania es un país rico. Tiene gas natural. Y la junta lo vende. Sacan 3.000 millones de dólares [2.100 millones de euros] al año. China es el principal comprador.

P. ¿Cuál es el papel de China? ¿Por qué ha vetado las sanciones en Naciones Unidas?

R. China vende armas a los generales, les concede préstamos y otras muchas cosas. La presencia de China en Birmania es enorme. Tiene una influencia decisiva sobre los militares. El problema es que no la usan.

P. ¿Por eso se opone a las sanciones de la ONU? Parece que se repite el mismo esquema que en Sudán respecto a Darfur.

R. Sí, el mismo esquema. La gente es cada vez más pobre. Al régimen no le importa para nada el pueblo. No hay dinero para sanidad ni para educación. Los precios suben y los salarios bajan. Mucha gente no puede comer dos veces al día. Y ahora, de pronto, deciden subir el precio del carburante. Es por esto por lo que la gente ya no lo tolera.

P. ¿Qué espera de Occidente?

R. Ahora ya saben que Birmania padece uno de los regímenes más brutales del planeta. Los países democráticos deben ayudarnos en cualquier forma que puedan. Le pondré un ejemplo: los militares controlan todos los medios de comunicación, pero el Gobierno noruego nos ha dado permiso para emitir nuestros programas de radio desde su territorio. Las compañías occidentales deben abandonar el país. La petrolera Total, por ejemplo, se beneficia de la mano de obra forzada que le proporciona la junta militar para proteger el gasoducto de Yadana.

P. ¿Cree usted que el régimen aceptará organizar otras elecciones?

R. Soy pesimista. En 1988, cuando los militares prometieron elecciones, se miraron en el modelo de la Indonesia de Suharto. Buscan el modo de legalizarse a sí mismos pero no tienen ninguna intención real de cambiar. Ahora creo que se miran en China y Vietnam, países no democráticos pero a los que les va bien en términos económicos.

P. ¿Serviría este modelo?

R. Por culpa de las violaciones de los derechos humanos, Birmania sufre las sanciones económicas de los países occidentales. Por otro lado, el problema es que a los hombres de negocios, a quienes no les importan demasiado las sanciones y están dispuestos a invertir en donde creen que se puede hacer buen negocio, el sistema legal de nuestro país no les ofrece garantías. Las leyes sólo son papel mojado y el cambio de la moneda es artificial. No hay garantías legales. Sólo están presentes en el país las compañías que se aprovechan de los recursos naturales, porque no necesitan invertir demasiado, se limitan a llevarse las materias primas: gas, madera -que está creando un problema de deforesta-ción-, minerales... Birmania no está industrializada.

P. ¿Qué noticias tiene de Aung San Suu Kyi? ¿Está en prisión como se dijo?

R. No tengo noticias.

P. ¿Qué piensa que va a suceder en los próximos días?

R. Me preocupa la represión de la junta. Los próximos días pueden ser muy sangrientos.

El líder opositor birmano Sein Win.
El líder opositor birmano Sein Win.ASSOCIATED PRESS

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