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Interior obliga a policías y guardias a llevar visible la placa de identidad

Un nuevo protocolo regula las detenciones y las garantías ciudadanas

Jorge A. Rodríguez

Todos los policías y guardias civiles deberán llevar desde ahora en el uniforme su placa de identificación en un lugar bien visible y con dígitos grandes. El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, ha difundido una instrucción en la que da un plazo de seis meses para que los 130.000 agentes de ambos cuerpos acaten la norma para garantizar el derecho de los ciudadanos a poder leer "sin dificultad" los números de la placa, incluso a la "distancia de respeto (1,2 metros)". Hasta ahora, no era obligatorio.

La Secretaría de Estado lleva más de un año elaborando normas para regular las actuaciones policiales con el doble objetivo de aumentar las garantías de los ciudadanos y mejorar la seguridad de los funcionarios policiales, según fuentes del Ministerio del Interior. Para ello se han elaborado dos instrucciones (sobre identificaciones policiales y sobre garantías en las detenciones) y dos protocolos (de actuación con menores y de expulsión de extranjeros, éste aún si aprobar).

La norma sobre identificaciones, de 14 de septiembre, explica que el portar visible la placa es "un derecho ciudadano" y una "garantía ante cualquier actuación irregular". La imposibilidad de identificar a agentes es una queja habitual en miles de denuncias sobre actuaciones policiales. Pero este derecho debe conjugarse con un "determinado grado de reserva" para "preservar la seguridad" de los agentes. Por ello, basta con llevar el número de carné profesional, y no el nombre y apellidos. Camacho ordena que la norma se acate en el plazo más breve posible, pero siempre antes de seis meses.

Camacho ha firmado también una instrucción de 24 páginas "para garantizar los derechos de las personas detenidas bajo custodia policial", la primera con carácter general y conjunto para Policía y Guardia Civil. El documento detalla cómo ejecutar la detención, la graduación de la fuerza, que los cacheos deben realizarse por personas del mismo sexo -eso debe tenerse en cuenta con los transexuales- y los derechos que deben conocer los ciudadanos.

Los agentes deberán detener causando "la mínima lesividad", graduando el uso de la fuerza según sea la resistencia. Nunca se justificará el uso de la fuerza cuando el detenido esté inmovilizado. Los borrachos o drogados, deberán ser llevados a un centro sanitario "a la mayor urgencia posible". Si hay que esposarlo, se hará evitando "sufrimientos innecesarios" y sin "prolongar innecesariamente su exposición al público más allá de lo imprescindible".

Ya en los calabozos, será obligatorio facilitarles "alimentación suficiente en calidad y cantidad", e incluso tener en cuenta si el detenido tiene limitaciones de dieta "por padecer alguna enfermedad o por motivaciones religiosas". Si tiene dinero, podrá encargar que se le compre otra comida. Las celdas tendrán un mínimo de higiene y habitabilidad. Interior ha cerrado 196 centros de detención porque no reunían las condiciones mínimas.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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