"Bolonia es un proyecto elitista"

Empezó ayer Ingeniería Superior Industrial con la ilusión de fabricar motores, o trabajar en el sector de la aeronáutica. Janik Fernández (Bilbao, 1989) llega a la UPV, a la que considera "prestigiosa y de más nivel que Deusto" en su carrera, contento por "conocer gente, disfrutar del ambiente universitario y estudiar".

Aprueba la oferta docente de la universidad pública: "Las ingenierías están muy reconocidas, hay varias especialidades, como el segundo ciclo de intensificación de aeronáutica que quiero hacer, y valoro lograr una base general antes de especializarme".

Las pocas veces que recibió en el instituto información sobre el Proceso de Bolonia "no supieron contestar" a cómo les va a afectar. Por ello, critica la desinformación que está caracterizando a un proceso de adaptación "rápido y chapucero". "El proyecto puede tener ventajas, como mejorar la movilidad, pero va a dificultar el acceso a la educación superior, es elitista", afirma. Le preocupa el esfuerzo económico que exige cursar maestrías oficiales, y cree que la nueva metodología "impedirá compaginar estudios y trabajo". Valora que en la universidad haya "conciencia estudiantil", aunque le desagradaría que los sindicatos sean "una extensión de los partidos políticos".

Le afecta especialmente que la actual estructura de ingenierías técnicas y superiores se sustituya por un grado de cuatro años. "Son dos trabajos distintos que exigen formación diferenciada, y perjudicará a los ingenieros superiores", opina. A Fernández le interesa la investigación aplicada y la innovación, pero cree que "la universidad cuenta con menos fondos que el sector privado", sus investigaciones "no se difunden mucho" y lamenta que "para investigar en la UPV haya que ser docente".