Almuñécar reclama ser zona catastrófica
Los daños en infraestructuras superan los seis millones de euros
Los daños materiales causados por la tormenta que el pasado viernes golpeó con especial virulencia a la localidad granadina de Almuñécar no van a subsanarse fácilmente. Los vecinos llevan tres días combatiendo contra el barro. El Ayuntamiento de Almuñécar celebró ayer un pleno, con la presencia de representantes de todas las administraciones públicas, en el que pidió la declaración del municipio como zona catastrófica, ya que los daños podrían ascender hasta a seis millones de euros en infraestructuras sin contabilizar los sufridos por los ciudadanos, que podrían ser de más de un millar de euros, y los 300 coches destrozados tras las riadas.
Desde el pasado domingo, una comisión técnica trabaja para evaluar la situación del municipio. "Los datos que nos van aportando son como una losa, no cesan de llegar malas noticias", decía ayer el alcalde de Almuñécar, Juan Carlos Benavides, que pedía la colaboración de todas las instituciones para solucionar "una situación crítica". Pese a los datos de pérdidas que se amontonaban ayer en la mesa del alcalde, Benavides quiso tranquilizar a los vecinos: "Esperamos que en cinco días se haya retirado el lodo, entonces poder centrarnos en otros problemas". Por su parte, la consejera de Gobernación de la Junta, Evangelina Naranjo, prometió que se atenderán todas las demandas. "Ayudaremos a los ciudadanos que han sufrido pérdidas y a los que las compañías de seguros no llegan", concretó Naranjo. Las ayudas se pondrán en marcha con un Decreto de Emergencia, en el que también participará el Gobierno central.
Las zonas donde se produjeron las inundaciones más graves fueron los cauces de los ríos Verde y Jate, donde quedaron destruidos dos puentes. El Ayuntamiento consideraba ayer prioritaria la reconstrucción de estos puentes y para ello solicitará la adopción de medidas de emergencia. Estos dos ríos, por los que habitualmente no transita agua, se vieron desbordados por una tromba de agua. Nadie previó nunca una situación así. De hecho, el plan sobre posibles inundaciones de Obras Públicas no establecía ninguna zona de máximo riesgo en Almuñécar. "Desgraciadamente, la situación climatológica vivida aquí el viernes escapa de lo normal y no se puede predecir", dijo Naranjo.
Un residente alemán, de 43 años, murió ahogado en el interior de su cochera sorprendido por la tromba de agua, que inundó paseos, calles, playas y casas de la localidad. La riada afectó también al acueducto romano de La Carrera, que está rodeado por cinco metros agua y aún no se sabe si la lluvia ha afectado la cimentación.
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