Guerra de etiquetas por la mujer andaluza

El Tribunal de Primera Instancia comunitario ha rechazado registrar la marca La Española, propiedad de Aceites del Sur, a instancias del grupo SOS, propietario de la marca Carbonell. El motivo de la disputa es la mujer andaluza que aparece en la etiqueta de las botellas de aceite de ambas marcas. Para el tribunal comunitario, la mujer que figura en La Española, cuya etiqueta en su conjunto ha sido modificada progresivamente en los últimos 25 años, puede inducir a error a los consumidores al confundirse ambas marcas.Aceites del Sur recurrirá el fallo.

La marca Carbonell supone casi el 25% de la cuota de mercado en el aceite de oliva y supone uno de los activos más importantes de SOS

"No queremos ganar cuota de mercado a cuenta de otros. Pero lo que no vamos a consentir es que nadie cometa actos de piratería con algo que es parte de nuestro patrimonio y uno de nuestros principales activos", señala el presidente del grupo SOS, Jesús Salazar. "Como presidente de la empresa, por mis intereses y los del resto de los accionistas tengo la obligación de defender la marca".

Carbonell, con la mujer andaluza en el centro de su etiqueta, supone más del 24% de las ventas del grupo, constituye su buque insignia desde 1866 y es la marca más emblemática en el sector del aceite de oliva. De ahí el interés por la misma. Salazar lamenta que, entre todo el sector del aceite en España, sólo Aceites del Sur haya optado por diseñar una etiqueta parecida a la de Carbonell.

La actual cuota de mercado de La Española se sitúa en el entorno del 5%.

La guerra de la etiqueta entre Carbonell, hoy propiedad del grupo SOS y La Española, de Aceites del Sur, se remonta a los últimos 25 años, cuando Carbonell estaba en manos de la familia Elosúa. Carbonell, con la mujer vestida de andaluza en el centro de la etiqueta, más conocida en medios del sector como "la gitana", tiene sus orígenes en 1866. La Española, a su vez, es una marca adquirida por Aceites del Sur a Olivarera Internacional en 1981, propiedad de la familia Alamar y presentada por primera vez al consumidor por la nueva propietaria en 1982.

En el caso de la etiqueta de Carbonell, sus diferentes propietarios, desde la familia Elosúa al grupo SOS, en los últimos 25 años no han procedido a introducir apenas modificaciones en la misma, salvo algunas exigidas por el formato triangular del envase y las disposiciones de la normativa sobre las calidades del aceite.

Por el contrario, en el caso de La Española, desde 1982 se han llevado a cabo cambios en diseño, según los responsables en su día de Elosúa y actualmente de SOS, para acercar el parecido de ambas mujeres, modificando desde la imagen de la mujer hasta el fondo del campo, los colores de la etiqueta, la colocación de los textos y, fundamentalmente, la marca.

En 1982, los propietarios de Carbonell presentaron la primera demanda, a la que siguió una segunda en 1992 ante los tribunales españoles. Los propietarios de Carbonell acusaban a Aceites del Sur de haber ido cambiando progresivamente el diseño de su etiqueta.

Entre los principales cambios destacaba la colocación de la marca en la parte baja, al igual que en la etiqueta de Carbonell, y no como estaba inicialmente, en la parte alta. La mujer andaluza había girado su cabeza hacia la derecha y, finalmente, los campos de olivo de la etiqueta original se fueron sustituyendo por varios olivos y un ramo sobre la mujer, mientras la mujer de Carbonell sujeta una rama.

En los tribunales españoles hasta el Supremo, las demandas fueron ganadas por Aceites del Sur. En 1996, la empresa propietaria de La Española presentó ante la Oficina de Armonización del Mercado Interior una solicitud de marca. En contra de la petición se personó el grupo SOS por considerar que la comercialización de aceite bajo esa etiqueta perjudicaba sus intereses en los mercados. La oficina rechazó esos argumentos y aceptó el registro de la marca La Española. La última fase de la guerra fue el recurso del grupo SOS ante el tribunal comunitario, que ha fallado a su favor.

Batalla en los tribunales

Tras este fallo del tribunal, se considera que no habrá una decisión firme al menos hasta un plazo de dos años, en el que el grupo Aceites del Sur podrá seguir manteniendo la etiqueta de La Española. Sin embargo, los responsables del grupo SOS, con este fallo en la mano, han decidido solicitar la anulación del registro de la marca La Española en todos los países donde se vende con esa etiqueta.

Para el presidente de SOS, la sentencia comunitaria abre una nueva dimensión a esta guerra, al entrar la misma en el fondo de la cuestión. Para el tribunal, la razón fundamental para anular el registro de La Española es que la misma crea confusión al consumidor, lo que tiene una importante repercusión en los mercados. Jesús Salazar considera que la actual imagen de la mujer puede llevar a muchos consumidores a elegir equivocadamente una botella de los lineales en detrimento de Carbonell.

En los últimos años, responsables de SOS han mantenido conversaciones con la familia Guillén, propietaria de Aceites del Sur, para tratar de llegar a un acuerdo para la modificación de la etiqueta. Las negociaciones nunca llegaron a un acuerdo.