Repatriados 15 inmigrantes palestinos ocultos en el contenedor de un barco mercante turco
Los polizones embarcaron en un puerto de Turquía y llegaron exhaustos a Barcelona
Tras cinco días de travesía por el Mediterráneo, los 15 inmigrantes palestinos que permanecían ocultos en el contenedor de un barco mercante dijeron ayer basta. Fue en el puerto de Barcelona. Exhaustos y mermados por las condiciones del viaje, los polizones pidieron auxilio a gritos desde el interior del habitáculo. Fueron atendidos en diversos hospitales y dados de alta a las pocas horas. Por la tarde, y en virtud de las leyes internacionales sobre polizones, la compañía propietaria del buque les llevó de vuelta a Turquía, donde se habían embarcado procedentes de Gaza.
El carguero Irem Kalkavan zarpó hace una semana del puerto de Esmirna, en la costa occidental de Turquía. Un grupo de palestinos -ocho hombres, dos mujeres y dos menores de edad- logró introducirse, de forma ilegal, en el interior de uno de los inmensos contenedores de color rojo que se cargan y descargan en los puertos de la costa mediterránea. El barco, propiedad de la compañía turca Turkon Line, partió sin que nadie en la tripulación advirtiera la presencia de los polizones.
Tras hacer escala en dos puertos de Turquía y en Marsella (sur de Francia), el Irem Kalkavan arribó anteayer al puerto de Barcelona. Hacia las tres y media de la madrugada de ayer, un estibador del puerto oyó los gritos de auxilio. La presencia de polizones en puertos con gran tráfico de mercancías es habitual, por lo que el trabajador enseguida descubrió que los gritos provenían de un contenedor. El hombre avisó de inmediato a la Guardia Civil.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía del puesto fronterizo comprobaron que los gritos provenían del segundo piso del carguero. Los estibadores hicieron descender el contenedor y rompieron los precintos. Allí descubrieron a los 15 inmigrantes, que a duras penas podían respirar por las rendijas del receptáculo. Ninguno de ellos se encontraba herido o inconsciente. Pero las condiciones higiénicas eran lamentables, debido a la escasa ventilación y al hecho de llevar encerrados varios días en un espacio tan reducido.
Por "razones humanitarias", precisó un portavoz policial, los inmigrantes fueron trasladados a varios hospitales de Barcelona. Los palestinos llegaron indocumentados y, según la policía, en ningún momento solicitaron acogerse al derecho de asilo. Eso, a pesar de que proceden de una zona -la franja de Gaza- sumida en un estado de guerra casi permanente. La policía desconoce dónde pretendían acabar el viaje.
Los inmigrantes sin papeles fueron dados de alta en pocas horas. A excepción de uno de los adultos, que tardó un poco más "por un problema médico que requería un tratamiento específico", reseñó el jefe de guardia del hospital Clínic. Una enfermedad que, según las mismas fuentes, no tiene "nada que ver" con las condiciones infrahumanas de la travesía.
Hacia las 12.45, el último de los palestinos en ser dado de alta llegaba en ambulancia al muelle Príncipe de España, donde el Irem Kalkavan seguía amarrado. Terminal Catalunya SA, la empresa que gestiona el citado muelle -de titularidad privada- vetó el acceso de los periodistas a las instalaciones, pese a que los policías de la Autoridad Portuaria de Barcelona no ponían, en principio, ningún impedimento a la entrada de los medios de comunicación.
Los inmigrantes palestinos, que se encontraban en buen estado, permanecieron durante la mañana en el buque. Una vez acabados los trámites burocráticos, el Cuerpo Nacional de Policía ordenó que fueran repatriados. Al tratarse de polizones -habían embarcado clandestinamente- no se les aplicó la Ley de Extranjería, sino las leyes internacionales sobre polizonaje.
De vuelta a Turquía
La normativa indica que la empresa consignataria tiene que hacerse cargo de los polizones. En concreto, debe llevarlos de vuelta al mismo lugar donde embarcaron ilegalmente; en este caso, a Turquía. Eso sí, el transporte debe realizarse "en condiciones óptimas de salubridad", remarcaron fuentes policiales. La salida estaba prevista para primera hora de la tarde. Sin embargo, problemas técnicos obligaron a trasladar el buque a otra terminal -la de Port Nou- desde donde, hacia las 20.00, se inició el camino de vuelta.
Los palestinos no están regresando en el mismo buque con el que llegaron. Tras su paso por Barcelona, el Irem Kalkavan prosiguió ayer la ruta que tenía previsto hacia su destino final: un puerto del sur de Reino Unido. Los palestinos regresan a bordo de un barco de similares características -el Sedef Kalkavan- que llegará al país otomano, previsiblemente, en unos días.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.