La ampliación de Rande se hará a la vez que la autovía Pontevedra-Vigo

Dos nuevos carriles adosados al puente de Rande y la autovía A-57, Pontevedra-Vigo, que se construirá simultáneamente,darán "la solución" a las urgencias viarias del área de Vigo. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y la conselleira de Política Territorial, María José Caride, presentaron ayer en Vigo el doble proyecto sin disimular su satisfacción. Las obras costarán unos mil millones de euros. La publicación en el BOE, ayer mismo, del estudio informativo del acceso del AVE a Vigo completó y justificó las reiteradas invocaciones a las "promesas cumplidas".

Entre Pontevedra y Vigo se registra la densidad de tráfico más alta de Galicia, canalizada en su casi totalidad por la autopista AP-9, con un promedio de 50.000 vehículos diarios y, consecuentemente, a pique de llegar a su saturación. Además, entre 16.000 y 18.000 vehículos circulan diariamente por las carreteras N-550 y N-552.

"La solución" presentada ayer por el presidente de la Xunta y su conselleira de Política Territorial no sólo afecta a las dos ciudades, Vigo y Pontevedra, sino que vertebra el espacio más dinámico de Galicia, lo conecta con Portugal y "cambiará históricamente la movilidad del actual corredor", afirmó Pérez Touriño. "Hemos puesto mucho empeño para llegar a esta solución, sin duda la mejor, por su viabilidad, solvencia y capacidad de vertebración", añadió.

El Ministerio de Fomento y la Xunta, responsable ésta de la demanda, de la promoción y de las actuaciones, desarrollarán en colaboración los dos frentes del proyecto: la ampliación del puente de Rande y de la AP-9, que ejecutará la concesionaria, y la construcción de la autovía A-57, 30 kilómetros libres de peaje, de Pontevedra al Alto de Confurco, que está a punto de licitarse, y con enlaces a Soutomaior-Arcade y al aeropuerto de Peinador, cuyo estudio informativo también está próximo a publicarse.

Mientras se construya la A-57, se acometerá la ampliación del puente de Rande con dos tableros adosados uno a cada lado de la actual estructura y atirantados sobre los mismos pilares, cuyos cabezales será preciso reforzar. Las obras no alterarán los flujos actuales de tráfico sobre el puente ni alterarán su imagen, "símbolo de la ría". La estructura del puente soportará al menos tres carriles para cada sentido y esta anchura tendrá continuidad hasta la bifurcación de la AP-9 hacia Baiona, antes de entrar en Vigo. A su vez se reordenará el nudo de acceso desde Rande a la península del Morrazo.

"Es una actuación sensible", afirmó Caride. Está avalada por los técnicos de la Xunta y dos consultoras, que coinciden en garantizar la seguridad, el mantenimiento del actual nivel de servicio durante las obras y su integración en el viario de acceso. También minimiza el impacto ambiental y la afección a la estructura técnica del puente.

Los plazos de realización se acortarán con respecto a la tramitación ordinaria, ya que sólo precisará que se pruebe el proyecto constructivo y la obra en sí, que podría comenzar en 2009. El coste estimado será de unos 200 millones, a los que habría que sumar los más de 700 que costará la A-57. No supondrá aumentos en los peajes.

"Es la solución que queríamos", señaló Touriño, que calificó la propuesta de "ambiciosa, viable, solvente y respetuosa con el entorno". Fomento, según dijo, comparte el criterio de que la doble obra es necesaria, así como su simultaneidad, y la ligó al compromiso cumplido de levantar el peaje de Rande. Eludió responder si con ella se reforzaba la opción Vigo-Pontevedra de área metropolinata y almorzó con los empresarios para presentársela.