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Reportaje:

Las 7.000 vírgenes de El León llegan a la Asamblea de Madrid

El PSM denuncia un viaje de 100 menores madrileños con fondos públicos de la Comunidad a un ritual del rey de Suazilandia

Un viaje estudiantil a África patrocinado por el Gobierno regional acaba con la petición de comparecencia del consejero de Inmigración, Javier Fernández-Lasquetty, ante la Asamblea. Y eso porque el periplo incluyó la asistencia a un acto "vejatorio con las mujeres", según los socialistas. Un centenar de chicos entre 16 y 17 años -los integrantes del programa Madrid Rumbo al Sur, subvencionado por la Comunidad de Madrid y varias empresas públicas de la región- asistieron el 16 de septiembre a la ceremonia de los juncos en Mbabane, la capital de Suazilandia. Esta fiesta tradicional consiste en que Mswati III, El León, monarca absoluto de este pequeño país africano encajonado entre Mozambique y Suráfrica, ve desfilar y bailar a unas 7.000 jóvenes vírgenes para elegir entre ellas una esposa que se sume a las 13 que, hasta la fecha, tiene repartidas por diversos palacios.

"¡Las críticas me parecen una locura y una necedad!", se defiende el promotor
La Consejería de Inmigración recalca que la visita "no estaba en el programa"

El Partido Socialista de Madrid, a través de su portavoz en la Asamblea, Maru Menéndez, considera "escandaloso" que desde una Administración pública "se haya llevado a menores de edad a ver este ritual vejatorio con las mujeres". Los socialistas pedirán la comparecencia del consejero de Inmigración a causa de este asunto. El viaje comenzó el 24 de agosto y finalizó el pasado día 18. Los chicos recorrieron los lugares donde la Comunidad tiene programas de desarrollo y ayuda en Mozambique y Suráfrica.

La indignación de los socialistas asombra a Telmo Aldaz de la Quadra, promotor de la iniciativa, que cumplía su segunda edición: "¡Esas críticas me parecen una locura, una necedad, una ñoñería, una estupidez calvinista del país de Gran Hermano!". Argumenta que la fiesta "es teatro, una tradición festiva y cultural", y la compara "con las representaciones religiosas en España". Además, se justifica señalando que junto a los 100 jóvenes se hallaban "los embajadores de Alemania, Japón o China".

La Consejería de Inmigración no tiene tan claro el valor antropológico y cultural del festejo, de modo que recalca con insistencia que "esa visita no estaba en el programa aprobado por la Comunidad". "Se improvisó sobre la marcha", puntualiza una portavoz. Subraya en mayúsculas que Carlos Clemente, viceconsejero del ramo, no acudió a la fiesta. Ya había regresado a España porque el programa oficial había concluido. La portavoz añade que la presidenta regional no sabía "nada de nada". Por su parte, el viceconsejero Clemente se lamenta de que "el PSOE reste valor a un viaje tan importante por una cuestión fortuita". Clemente señala que la Comunidad no tiene un buen concepto de las costumbres de Mswati III, pero que "fue un acto no programado y no aprobado que surgió de improviso".

Las objeciones de los socialistas van más allá de la crítica al "espectáculo" e indagan "en qué clase de cooperación mantiene la Comunidad con ese país". Añaden que en Suazilandia, la única monarquía absoluta del África subsahariana, la esperanza de vida es de 30 años y la proporción de infectados de sida ronda el 40% de la población. Unas dudas que no comprenden desde la consejería, donde ofrecen una explicación a la visita muy distinta. "Fuimos a ver al embajador de España en Mozambique, Juan Manuel Molina Lamothe, que también lo es de Suazilandia, y nos comentó la posibilidad de ver esta ceremonia". Este periódico intentó sin éxito conocer la versión del diplomático.

Telmo Aldaz insiste en que la fiesta "rememora a los antepasados y es de interés para los chicos, que habían ido a ver la realidad de África intentando ponerse en su perspectiva cultural, no para juzgarla". En su opinión, los chicos han regresado "cambiados y muy satisfechos" por el "éxito" de la expedición, cuyo objetivo es "que vean la pobreza y la realidad". Ridiculizó los reproches, que comparó con los de quien "se escandaliza porque en el Amazonas los indios no llevan pantalones".

El rey Mswati III, de 39 años y principal protagonista de la ceremonia que vieron los chicos madrileños, no ha tenido siempre suerte en la elección. En 2004 se tuvo que enfrentar a la madre de la muchacha escogida. La progenitora, ejecutiva del ramo de las telecomunicaciones, demandó al monarca. El León tuvo que conceder entonces que no estaba por encima de la ley. No ha sido su única decisión polémica. En octubre de 2002, el Parlamento de su país, poblado por cerca de un millón de habitantes, rechazó la petición de financiar la compra de un avión de lujo valorado en unos 35 millones de euros para el uso personal de Mswati III. El rey argumentó que necesitaba el aeroplano para viajar en busca de ayuda internacional.

En 27 días, los expedicionarios -60 chicas y 40 chicos de 25 municipios escogidos por sus méritos en trabajos académicos- recorrieron 5.000 kilómetros, sobre todo por Mozambique, para la cooperación del Gobierno regional para el desarrollo del país. Por ejemplo, en lugares como Maputo, Naamacha, Morrungulo, y conocieron proyectos agrícolas y de alojamiento a familias afectadas por las inundaciones del año 2000, centros de acogida y educación para huérfanos y un centro de detección y tratamiento del sida y la malaria.

El programa lo presentó el pasado día 24 del mes de julio la presidenta regional, Esperanza Aguirre.

Jóvenes de Suazilandia, en la <b><i>ceremonia de los juncos</b></i> en la que el rey escoge esposa.
Jóvenes de Suazilandia, en la ceremonia de los juncos en la que el rey escoge esposa.COMUNIDAD DE MADRID

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