El Valencia espera obtener 400 millones de Mestalla pese al 'pinchazo' inicial

Lejos de desmoralizar al consejo del Valencia CF, la no concurrencia de ninguna sociedad promotora a la subasta de la primera de las parcelas del actual Mestalla que salía a la venta da alas a la entidad presidida por el empresario Juan Soler. Éste, máximo accionista, se queda ese primer solar por los 90 millones anunciados, obligado por la crisis que atraviesa el mercado inmobiliario. Pese a esta supuesta mala noticia, sus hombres de confianza en el club no pierden la esperanza: confían en obtener de la venta de los terrenos de Mestalla, al menos, 400 millones de euros.

La crisis inmobiliaria llega a España y repercute directamente en los proyectos que el Valencia CF tenía en mente. Nadie se interesó formalmente por el primero de los solares que el club de fútbol aspiraba a vender en pública subasta por un mínimo de 90 millones de euros. Al parecer, resulta demasiado dinero por un solar que da a la calle de Juan Regla y no a la avenida de Aragón, como el resto de parcelas que quedan por vender. Era, aseguran en el club, el solar menos atractivo. Así, tal y como se comprometió a hacer en una declaración pública, Soler se queda en propiedad con estos terrenos por el precio mínimo fijado. En un plazo de siete días, deberá abonar el 15% de los 90 millones.

La noticia del pinchazo en la subasta, todo un varapalo para los intereses del Valencia, que pretende financiar con la venta de estas parcelas la construcción del nuevo estadio en la avenida de las Cortes Valencianas, además de otros compromisos adquiridos con el Ayuntamiento, no ha sido tan mal recibida como se esperaba en el seno de la entidad.

Los dirigentes y personas allegadas al presidente Soler aseguraron ayer a EL PAÍS no estar preocupados en absoluto por cómo se ha desarrollado esta primera operación. Por el momento, explica el arquitecto y asesor del Valencia Alejandro Escribano, los 90 millones que pagará Soler garantizan la viabilidad inicial del proyecto del nuevo estadio pues son suficientes para "financiar un año de obra". Así, no hay necesidad de convocar una nueva subasta de la segunda parcela hasta julio del próximo año. Entonces, "el ambiente económico será muy distinto"; además, la incertidumbre política habrá desaparecido pues ya se habrán celebrado las elecciones generales.

Algunos aspectos que envuelven esta operación esperanzan a Soler y compañía. En primer lugar, tal y como explica Escribano, esa primera parcela no se ha vendido por muy poco: "Algunos compradores aseguran que hubieran comprado si en lugar de unos 4.800 euros el metro cuadrado edificable, hubieran sido sólo 4.000".

Por otro lado, en el club están más que convencidos de que el resto de terrenos sí tendrán comprador. En el mercado de alta gama la oferta es tan pequeña que la operación no tiene apenas competencia y sí mucha demanda. El vicepresidente Enrique Lucas afirma asimismo que las otras parcelas tendrán más novios, son las más suculentas y ya hay algunos interesados en adquirirlas.

En todo caso, el precio calculado -que llega casi a los 5.000 euros por metro cuadrado edificable porque se contabilizan además voladizos, terrazas, y demás- no se rebajará salvo que la situación se ponga muy fea. Futuro que ni siquiera contemplan. Así, en el club de Mestalla siguen calculando que obtendrán de la venta del actual estadio, mínimo, 400 millones de euros, según Lucas. Escribano cree que no será tanto. Unos 324 millones, quizá. Un pelotazo al fin y al cabo para el club valencianista.