Descubrimiento sorprendente
Las universidades americanas son muy aficionadas a hacer estudios bastante chocantes sobre toda clase de asuntos, y de vez en cuando nos sorprenden con descubrimientos que nunca hubiéramos imaginado.
Ahora, al parecer, un estudio de la Universidad de Nueva York ha demostrado que el cerebro de las personas de tendencia "izquierdosa" funciona de manera distinta a los que son de "derechas". Los científicos han llegado a la conclusión de que las diferencias se dan a la hora de improvisar ante situaciones inesperadas, donde los de izquierdas se muestran más flexibles que los conservadores, a los que al parecer les cuesta más trabajo reaccionar si se requiere cambiar de hábitos. De todo ello se deduce que los llamados "progresistas" son más proclives y abiertos a variar su opinión, y los de derechas, más cerrados a los cambios. Demasiado de libro, ¿no?
Afortunadamente, el estudio termina diciendo que el voto no está determinado "sólo" por la actividad neuronal; influyen mucho los factores educacionales y culturales. Se les ha olvidado decirnos qué pasa con las neuronas de los que no somos "forofos" ni de los unos ni de los otros. Me alivia mucho pensar que pertenezco a un grupo que podríamos llamar de "neurona libre".
¡Estos americanos.