Lo que cuesta aprender

El curso escolar comenzó ayer y algunos padres suspiran de alivio por retomar la rutina. Hace unos días, muchos de ellos, más que suspirar, resoplaban ante los gastos que supone el inicio de las clases. Se haya elegido un centro público o uno concertado -de gestión privada pero con fondos públicos-, hay que sacudirse los bolsillos. Los meses previos "se tiembla por el dinero" que se va a gastar, dice Isabel Camacho, madre de un niño de 12 años que empieza Secundaria.

"Sinceramente, no sé cómo voy a terminar el mes", ríe María Antonia

Ella, como María Antonia Pérez Iglesias, lleva a su hijo a un colegio concertado. Ambas desglosan lo que han tenido que adquirir. Y en el caso de María Antonia, por partida doble, ya que tiene dos hijos: Gonzalo, de nueve años, empieza 4º de Primaria y Ana, de cinco, se estrena en 1º. Por su parte, Cristina, de ocho años, comienza 3º de Primaria en un colegio público. Asegura que tiene ganas de empezar. Su madre, María del Carmen Belmonte, sonríe y piensa en papel cebolla y cartulinas de colores.

El gasto este año ascenderá a 205 euros en el caso de un colegio público; 1.070 en uno concertado y 1.517 en uno privado. Los datos son de la Unión de Consumidores de Andalucía, en un informe elaborado teniendo en cuenta los elementos principales al empezar las clases, como uniforme o material de apoyo.

Además de contra la ansiedad de empezar en un nuevo colegio, María Antonia ha tenido que luchar con la cartera. Y es que calcula que el inicio de curso le ha supuesto más de 800 euros. Por cada hijo. Es su primer año en un centro concertado y le costó conseguir plaza para sus hijos. "Hay cantidad de gente interesada y te denuncian por todo", dice. Al final lo consiguió, sólo quedaba reunir el atalaje.

Para empezar, los uniformes. María Antonia empieza de cero y ha tenido que comprar dos mudas a cada uno de sus hijos. "Cada uno cuesta más de 80 euros y otros 54 el chándal. No he visto cosa más cara ni peor confeccionada", se queja. Isabel se ha ahorrado este año ese gasto, porque su hijo ya tiene uniforme. "En vez de ir a la tienda oficial, muchas madres compramos la ropa en otro sitio y luego cosemos encima el escudo la escuela", cuenta.

Mientras que Isabel paga cada mes algo menos de 50 euros por el colegio, María Antonia hace un único pago al principio. A las dos les incluyen gran parte del material escolar, pero otros, como la mochila, van aparte. María del Carmen, cuya hija estudia en un centro público, sí que habla de la larga lista de material que tiene que comprar. Sacapuntas, lápices de colores, mochila... lleva ya más de 100 euros. Y luego vienen los gastos de comedor, desde 1,50 al día del público a los 5,20 euros que puede llegar a costar en un concertado.

En muchos casos, la elección de un centro deriva de la situación geográfica, como que esté cerca del lugar de trabajo. Pero a pesar de eso, no siempre son compatibles los horarios, por lo que hay que añadir el coste del aula matinal, que puede ser de 12 euros al mes en el público o 25 en el concertado. Y las actividades extraescolares que muchos alumnos eligen suman otros 12 euros en un colegio y el doble en otro.

Y menos mal que los libros de texto no cuestan ni un céntimo. Como explica Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos), en Andalucía está implantada la gratuidad de los libros de texto en toda la educación primaria. Este año se ha extendido a 1ª y 3º de ESO y el próximo curso se completará la gratuidad en 2º y 4º. Los alumnos reciben del centro escolar los libros de texto, y al finalizar el curso deben devolverlos para que sean reutilizados.

En los cursos donde se implanta la gratuidad por primera vez, la Consejería de Educación entrega a las familias un cheque-libro de entre 230 y 240 euros. Con él van a determinadas librerías donde compran los libros de texto, que al final de curso deben entregar.

En 1º y 2º de Primaria, al ser libros que no se pueden reutilizar por llevar muchos ejercicios, se entrega un cheque-libro por valor de 105 euros. A pesar de que se ahorran la compra los libros, estas fechas han supuesto un verdadero esfuerzo económico. "Sinceramente, no sé cómo voy a terminar el mes", ríe María Antonia.