Perales

Cobra hoy más valor que nunca lo dicho en su día por el desaparecido Alfonso Perales, nada más aprobarse en el Congreso el Estatuto de Andalucía. Desvelaba, tras cerrarse el proceso negociador y su tramitación legislativa, que Zapatero les felicitó porque, a su juicio, se iba a demostrar que, sin ruido, los andaluces habían sacado más rendimiento a su reforma estatutaria que los catalanes, empeñados en afanes identitarios antes que en otra cosa. Pasado el tiempo y abierto ahora el debate presupuestario, se comprueba que tal vaticinio estaba cargado de razón. En Cataluña dan por hecho que Andalucía va a recibir una mayor aportación económica en virtud no ya de la supuesta voluntad política por favorecer a esta región, sino porque se han puesto los medios necesarios con un redactado en el Estatuto que garantiza esos ingresos sin ningún tipo de dudas a la hora de su aplicación. En definitiva, descubren que la clave está en esa disposición adicional tercera, muy similar a la catalana, en donde se comprometen inversiones estatales por un período de siete años sobre la base de su población. Se utiliza como base de cálculo la inversión real del sector público estatal, incluidos algunos capítulos de la Seguridad Social, empresas y fundaciones del Estado.

Se destaca en la prensa catalana que, muy hábiles los andaluces, tal y como señala La Vanguardia, evitaron la restricción que el Gobierno ha acabado utilizando para intentar rebajar la inversión en Cataluña al precisar dicha dotaciones sólo al capítulo de infraestructuras. En definitiva, gracias a que aquí se hicieron bien las cosas, ahora no cabe pelea alguna por la interpretación del texto, por lo que Andalucía recibirá lo que le corresponde. Tanto es así que están más pendientes que nunca del encuentro de Manuel Chaves con el presidente del Gobierno en la Moncloa previsto para esta semana. Ya adelantan que se va a demostrar que Andalucía, al final, pueda que reciba más dinero, denuncian, llenos de envidia, los de CiU. Está claro que han cambiando las tornas y ahora es Andalucía la que actúa como referente, también, en este aspecto tan importante como es el presupuestario.

Y los que criticaban la ausencia de un encuentro este verano de Chaves con Zapatero aprovechando su estancia veraniega en Doñana, no tendrán más remedio que dar por buena esta cita oficial madrileña, no en mangas de camisa y en fin de semana, como acostumbraban a hacer los mandatarios del PP cuando venían a Andalucía. Será con agenda de temas concretos y con el compromiso de dar a conocer resultados inmediatos, con cifras y letras recogidas en los mismos Presupuestos del Estado. Nada de declaración de intenciones. Aquí no se esperan sorpresas desagradables, sino todo lo contrario. De ahí, por ejemplo, las palabras de cariño y afecto de las que fue objeto la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en el comité director del PSOE andaluz celebrado el viernes. Anunció importantes inversiones para esta tierra y tuvo el respaldo de los suyos ahora que, precisamente, en Cataluña, no la quieren ver ni en pintura.