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La cuestión nacionalista

400 personas se manifiestan en Girona en apoyo de quienes quemaron la foto del Rey

Los Mossos d'Esquadra blindaron la plaza del Ayuntamiento tras las críticas recibidas

Unas 400 personas se concentraron ayer en la plaza del Ayuntamiento de Girona para protestar por la decisión de la Audiencia Nacional de investigar la quema de retratos de los Reyes el pasado jueves, pese a que 30 furgonetas antidisturbios de los Mossos d'Esquadra blindaron la plaza y todos sus accesos. Tras un forcejeo inicial con los mossos, unos 30 manifestantes que encabezaban la marcha lograron acceder a la plaza, donde les eperaban numerosos simpatizantes y ciudadanos que se sumaron de forma espontánea a la protesta. No hubo más incidentes.

Manifestantes y transeúntes quedaron sorprendidos por un dispositivo policial nunca visto en la ciudad. "Esto no se veía de tiempos de Franco", fue una de las frases más repetidas. Lluís Sales, portavoz de la entidad convocante, Alerta Solidaria, expresó su estupor ante un dispositivo "absolutamente desproporcionado" y criticó al consejero de Interior, Joan Saura, por su "sumisión" a la Audiencia Nacional.

Ante la mirada de los Mossos, se leyó un manifiesto; se lanzaron proclamas a favor de Terra Lliure; se corearon frase como "yo también quemo la corona española" y "los catalanes no tenemos rey". El acto acabó con El cant dels segadors y con el anuncio de una nueva protesta en caso de que detengan a los encapuchados que quemaron las fotos.

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, solicitó el viernes a Saura que le remitiera "con urgencia" todas las evidencias posibles respecto a los incidentes del jueves por la tarde en Girona. Según la fiscalía, la quema de imágenes de los Reyes podría constituir un delito de injurias graves a la Corona, previsto en el artículo 490.3 del Código Penal y que implica una condena de entre seis meses y dos años de prisión. Los Mossos ya tienen identificado a uno de los dos encapuchados que quemó las fotos de los Reyes y siguen trabajando para identificar al otro. Uno de ellos ocultaba su rostro tras un pañuelo y el otro llevaba un pasamontañas.

Hacía 31 años que el Rey no visitaba Girona y el anuncio de su presencia en la ciudad calentó los ánimos de independentistas y republicanos. Algunos de ellos son muy jóvenes, casi adolescentes. Siempre están al acecho de oportunidades para salir a la calle y uno de sus blancos favoritos es el Partido Popular. Aunque comparten un sentimiento antiespañol, el perfil de estos grupos es heterogéneo y en su ideología conviven ciertas dosis de anarquismo, pacifismo y movimiento okupa.

Las reacciones no han dejado de sucederse. El secretario general del PP, Ángel Acebes, aseguró que el Gobierno de Rodríguez Zapatero "desprecia todo lo que nos une como españoles y ha alimentado a los más radicales". Una opinión compartida por el presidente del PP en Cataluña, Daniel Sirera, para quien su formación es la única que "se preocupa" de los actos contra la Corona.

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El portavoz de IU-ICV en el Congreso, Joan Herrera, afirmó que la fiscalía debería dedicarse a perseguir los casos de fraude fiscal y evasión de impuestos, en lugar de engrandecer incidentes "anecdóticos". Las Joventuts de Esquerra Republicana anunciaron ayer que dos de sus diputadas en el Congreso presentarán una proposición de ley de reforma del Código Penal para eliminar todos los delitos relacionados con el ultraje a España o a la Corona.

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