"Las empresas españolas están muy bien en América Latina"

Trinidad Jiménez cumplió el pasado jueves su primer año como responsable de la política española hacia América Latina. Ese mismo día, mientras se ocupaba de la visita que realiza a Madrid el presidente brasileño, Luiz Inàzio Lula da Silva, y de la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Chile en noviembre, dio un repaso a su experiencia. La secretaria de Estado, que se muestra en el Ministerio de Exteriores mucho más diplomática que cuando llevaba estos mismos temas en el PSOE, resumió su entusiasmo por la región de que se ocupa con una frase: "El futuro de España como país está en América Latina".

Pregunta. La evolución en el último año ha sido, sin embargo, inquietante.

"Subsisten problemas de desigualdad, de pobreza, de fragilidad institucional, pero ¿en qué lugar del mundo no hay problemas?"

"Las relaciones con Venezuela son muy cordiales, pero no con todos los países se mantiene el mismo nivel de relación"

"No se puede calibrar la situación en Cuba por las liberaciones de presos, porque lo que hay en la balanza sería muy poco"

Respuesta. Yo creo que América Latina tiene un futuro muy prometedor, y si tuviera que hacer un balance de cómo va, sería optimista. América Latina es hoy más democrática que nunca, es más soberana, y si a eso le unimos que hay estabilidad económica y crecimiento, es claro que tenemos razones para ser optimistas. Es verdad que todavía subsisten problemas de desigualdad, de pobreza, de fragilidad institucional... ¿Pero en qué lugar del mundo no hay problemas?

P. Pero pasa el tiempo y no se hacen reformas básicas, como la fiscal. El Estado sigue ausente, la corrupción es omnipresente...

R. Es verdad que la reforma fiscal es una de las tareas pendientes, pero países como Chile, Argentina, Brasil, Guatemala o El Salvador han hecho reformas fiscales importantes. ¿Persiste un problema de corrupción? Sí. Igual que persiste en otros países. Alguien podría decirme que también ha habido casos de corrupción en España, en Francia o en Alemania.

P. El fenómeno allí tiene otra dimensión; es que el ciudadano teme ser robado por la policía.

R. Yo no quiero minimizar los problemas que existen. Lo único que quiero poner de manifiesto es que también se han producido avances, que hay mejoras. Hay una ilusión en este momento vinculada a la democracia y a la soberanía que creo que hay que impulsar.

P. ¿Cree usted que la falta de seguridad jurídica está frenando la inversión española?

R. En general, las empresas españolas están muy bien en América Latina. A todas ellas les va bastante bien, todas ellas tienen interés en seguir invirtiendo.

P. ¿Por qué entonces el último paso por Madrid de Cristina Fernández, la esposa del presidente argentino, Néstor Kirchner, y probablemente la próxima presidenta de Argentina, se saldó, el pasado mes de julio, con otra bronca con los empresarios, en la que el presidente del BBVA, Francisco González, tuvo una intervención destacada?

R. Quiero puntualizar que no hubo un enfrentamiento con las empresas, sino un incidente dialéctico con el presidente de una empresa. Todas las empresas puntualizaron, a través del presidente de la CEOE, que la reunión había sido muy cordial, porque todos quieren tener buenas relaciones con Argentina, que es el primer destino de la inversión española, por delante de México y Brasil. Los empresarios españoles han superado la crisis, y ahora quieren seguir. Aunque todavía se siga hablando aquí de problemas, en el mes de marzo se actualizaron las tarifas de Gas Natural y de Endesa.

P. En el caso de Venezuela, se diría que la retórica y la práctica de Hugo Chávez resulta cada vez más incómoda en Madrid y que las relaciones se han enfriado.

R. Las relaciones con Venezuela son muy correctas, muy cordiales, aunque es evidente que no con todos los países se mantiene el mismo nivel de relación. Pero lo que me propuse desde el primer día es que, con todos los países, España mantuviera un diálogo muy fluido y muy estrecho, que no hiciéramos exclusiones bajo ninguna circunstancia.

P. ¿Cree usted que se exageran los peligros de involución en Venezuela, Ecuador, Bolivia o Nicaragua?

R. Bueno, yo he sido educada en la tradicional socialdemocracia europea y tengo una visión muy clara de lo que tiene que ser una democracia, de la división de los poderes y su control. Ahora bien, si se han empezado determinados procesos en América Latina que se han denominado asambleas constituyentes y están en fase de discusión, preferiría esperar a que dichos trabajos concluyeran para hacer una valoración de los mismos, siempre desde la convicción de que los dirigentes son elegidos por los ciudadanos y que ante éstos tienen que rendir cuentas.

P. ¿Qué ve de positivo en la evolución de Cuba?

R. Yo creo que ha sido muy positivo que España haya recuperado una relación de diálogo, porque eso nos ha permitido hablar con las autoridades cubanas de todos los temas que le preocupan al resto del mundo y de los que los demás no pueden hablar. En concreto, creo que es muy importante el diálogo sobre derechos humanos, donde se ha podido hablar abiertamente de los presos políticos, de lo que es la disidencia interna.

P. ¿Pero el efecto práctico cuál sería? ¿Qué hayan sido liberados algunos presos?

R. Teniendo en cuenta que es un régimen que lleva 50 años, es muy difícil que la interlocución española produzca resultados tan tangibles en apenas unos meses. Ha habido algunas liberaciones o se ha podido rebajar en algunos casos la presión sobre la disidencia, pero creo que no estamos en condiciones de hacer ese tipo de mediciones, porque lo que hay en la balanza sería muy poco.

P. La prensa internacional parece estar de acuerdo en que, con Raúl Castro, el límite de las reformas está en la economía y nunca se abrirá a la democracia política.

R. En política, nunca se puede pronunciar la palabra nunca. Y no sé si ahora los propios dirigentes cubanos dirían "nunca" sobre algún tipo de cuestión.

P. ¿Cuándo se reabrirá el Centro Cultural Español en La Habana?

R. Bueno, éste es uno de los asuntos que va a tratar la secretaria de Estado de Cooperación en la Comisión Mixta que se celebrará este mes. Fue un elemento de controversia con el Gobierno de Aznar y esperamos sentar poco a poco las condiciones para que se pueda recuperar.

P. ¿Se puede dar alguna fecha? ¿El año que viene?

R. No. Como es un asunto que va a discutir directamente la secretaria de Estado de Cooperación, no sé exactamente a qué tipo de acuerdos se podrá llegar. Lo que deseo es que sea cuanto antes, y así se lo hemos expresado a las autoridades cubanas.

P. En Panamá, las empresas españolas no pueden competir por las obras del canal mientras no se resuelvan los problemas que plantea el paraíso fiscal.

R. Algunas empresas españolas están participando ya en las licitaciones, porque el Gobierno panameño no ha desarrollado aún la ley que impide concursar a las empresas de países que califiquen a Panamá de paraíso fiscal, y eso nos deja un margen.